Abandonan a cuatro hombres muertos en un hospital de Bahía Blanca
Los cuerpos fueron abandonados frente a un hospital (24conurbano)

En la madrugada de ayer, cuatro cadáveres fueron descubiertos dentro de una camioneta abandonada frente al Hospital Municipal de Bahía Blanca. La sospecha indicaba que los cuatro fallecidos -identificados como Fernando Adrián Gallardo (25), Federico Exequiel Strick (28), Nicolás Joaquín Acosta (18) y Facundo Marcelo Uribe (32)- habían intentado robar una serie de cables en la zona.

El esclarecimiento del hecho quedó a cargo del fiscal Gustavo Zorzano. Hoy por la mañana, Zorzano recibió los informes preliminares de las autopsias a los cuatro cadáveres.

De acuerdo al informe realizado por la Delegación de Policía Científica de la Policía Bonaerense, encargada de realizar las necropsias, el mecanismo de muerte de las víctimas fue una fibrilación ventricular por electrocución accidental, lo que produjo un shock cardíaco, indicaron fuentes judiciales a Infobae.

Por el episodio, permanece detenido Ángel Daniel Gallardo, de 63 años, padre de Fernando, que fue indagado en la jornada de hoy y se negó a declarar. Gallardo padre sería quien descartó los cuerpos frente al Hospital para luego huir. También se encuentra internado otro sospechoso herido, Emanuel Chamorro, que permanece en el Hospital Municipal con varias quemaduras. Se espera que declare en el expediente mañana jueves.

El perfil de uno de los sospechosos resulta llamativo porque va más allá del delincuente promedio involucrado en el robo de cables, un delito desesperado y de alto riesgo que se cobró varias víctimas a lo largo del país en los últimos meses. Su fin es revender el cobre de las líneas, que cotiza a más de 7 mil pesos el kilo en metaleras y que, de acuerdo a los tarifarios de diversos depósitos, se duplicó en el último año. Strick, por ejemplo, estaba registrado en los servicios de contrato de mano de obra agrícola en la AFIP. Había librado, según datos del Banco Central, cuatro cheques sin fondo en los últimos seis meses por un valor de cinco millones de pesos. Ninguno de los involucrados registraba un empleo en blanco al momento del hecho.

Hospital Municipal Bahía Blanca
La entrada del Hospital Municipal de Bahía Blanca (Street View)

La persecución de la camioneta antes del hallazgo de los cadáveres

La aparición de la camioneta con los cuerpos tuvo un prólogo. El lunes por la noche, según documentos del caso a los que accedió este medio, dos policías del Comando Rural de Tornquist -donde Strick tenía registrado un domicilio– aseguraron haber visto en el kilómetro 47 de la Ruta Provincial 33 a una camioneta que se dirigía al límite jurisdiccional de Bahía Blanca. La vieron sin luces delanteras, con las balizas prendidas. Así, la persiguieron con su sirena encendida. Vieron que, debajo de la caja de carga, llevaba un “cable que iba sacando chispas con el rozamiento del asfalto”. La patrulla iba a 150 kilómetros por hora. La camioneta la superaba en ritmo. No pudieron alcanzarla; el conductor de la camioneta insistía con acelerar, con una fuerte maniobra de rebase.

Así, los policías pidieron apoyo, autorizado por un comisario, que ordenó un operativo cerrojo. Minutos después, recibían la noticia de que un móvil de la Bonaerense cortaría el kilómetro 24 de la Ruta 33. Recibieron la orden de continuar la persecución. Así, pudieron ver que varias personas viajaban dentro del vehículo. “La tapa de la camioneta estaba abierta. El cable enganchado sacaba chispas”, siguieron en su relato posterior. La camioneta, lejos de frenar, subió su marcha.

Así, la perdieron, con varios camiones que bloqueaban el camino del patrullero. Poco después, los dos policías recibieron la noticia. El comisario a cargo del operativo fue informado de que la camioneta fue encontrada en el Hospital Municipal con “gente herida”.

Fuente: Infobae

Categorías: Noticias

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