People wear face masks during the outbreak of coronavirus disease (COVID-19) in Singapore, April 3, 2020. REUTERS/Edgar Su
People wear face masks during the outbreak of coronavirus disease (COVID-19) in Singapore, April 3, 2020. REUTERS/Edgar Su (EDGAR SU/)

Un estudio científico publicado el miércoles ofreció mayor evidencia de que personas que no presentan síntomas de coronavirus y se encuentran aparentemente saludables pueden, no obstante, propagar la enfermedad. La investigación, producto del trabajo conjunto de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus iniciales en inglés) y expertos de Singapur, calcula que un porcentaje considerable de las nuevas infecciones podrían ser causadas por personas que portan el virus pero que aún no presentan síntomas.

El estudio en cuestión se propuso seguir los movimientos de los casos positivos, y reveló que al menos diez personas en Singapur contrajeron el nuevo coronavirus de otras personas que no presentaban síntomas. Enfocado en la transmisión pre-sintomática de Sars-CoV-2, el virus que causa Covid-19, el documento fue co-escrito por el profesor asociado Vernon Lee, director de enfermedades transmisibles del Ministerio de Salud de Singapur.

La transmisión presintomática se refiere a los casos en que una enfermedad se transmite de un individuo a otro a pesar de que la primera persona no muestra ningún síntoma.

El riesgo planteado por dicha transmisión ha sido una fuente de gran preocupación durante lo que va de la pandemia en todo el mundo, especialmente porque muchas medidas para frenar la propagación del virus, como la detección de temperatura, dependen de la aparición de síntomas.

Personas en Singapur con máscaras para evitar el contagio de coronavirus (REUTERS/Edgar Su)
Personas en Singapur con máscaras para evitar el contagio de coronavirus (REUTERS/Edgar Su) (EDGAR SU/)

La investigación examinó los casos de Covid-19 reportados en Singapur entre el 23 de enero y el 16 de marzo, enfocándose en casos por grupos. De los 157 casos domésticos en ese período, 10 podrían atribuirse a la transmisión pre-sintomática, descubrió el estudio.

Los diez casos

Tres de ese grupo de diez contagiados pertenecían al grupo de Grace Church of God and Life Church and Missions Singapore, y habían asistido al servicio el 19 de enero. También estuvieron presentes ese día un par de turistas infectados de Wuhan que no habían mostrado síntomas en ese momento. Uno de esos tres casos, una mujer de 52 años, se sentó en el mismo asiento que uno de los turistas ocupó más temprano en el día.

Otro de los diez casos es una mujer que se contagió como en el restaurante Safra Jurong. De 54 años, había estado expuesta a un caso confirmado en una cena el 15 de febrero, y asistió a la misma clase de canto con otra mujer, de 63 años, el 24 de febrero. Las dos personas contagiadas por ella sí presentaron síntomas.

Otro caso también asintomático fue el de una mujer de 53 años fue expuesta a un caso confirmado el 26 de febrero y se cree que le transmitió la infección a su esposo, de 59 años, antes de que desarrollara síntomas el 5 de marzo.

Otro hombre que fue asintomático, de 37 años, viajó a Filipinas desde el 23 de febrero al 2 de marzo, y durante ese periodo estuvo en contacto con un paciente con neumonía que luego murió. Además se cree que el hombre transmitió la infección a su esposa, de 35 años, antes de desarrollar síntomas el 8 de marzo.

Una investigadora trabaja en un laboratorio de la Facultad de Medicina de Duke-NUS, que está desarrollando una forma de rastrear los cambios genéticos que aceleran las pruebas de vacunas contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en Singapur. 23 de marzo de 2020. REUTERS/Joseph Campbell.
Una investigadora trabaja en un laboratorio de la Facultad de Medicina de Duke-NUS, que está desarrollando una forma de rastrear los cambios genéticos que aceleran las pruebas de vacunas contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en Singapur. 23 de marzo de 2020. REUTERS/Joseph Campbell. (JOSEPH CAMPBELL/)

Otro hombre, de 32 años, viajó a Japón desde el 29 febrero al 8 de marzo. Se cree que se infectó allí -aunque sin manifestarla de ninguna manera- y se la transmitió a su compañero de casa, de 27 años, antes de que la pareja desarrollara síntomas el 11 de marzo.

En otro caso, una mujer de 58 años fue expuesta a un caso confirmado el 27 de febrero en una clase de canto. El 1 de marzo, asistió a un servicio religioso y se cree que infectó a una mujer, de 26 años, y a un hombre, de 29, que estaban sentados una fila detrás de ella. El hombre de 58 años más tarde desarrolló síntomas el 3 de marzo.

Finalmente, se cree que un hombre de 63 años que fue a Indonesia del 3 al 7 de marzo infectó a una mujer de 36 años el 8 de marzo antes de desarrollar síntomas al día siguiente.

En siete de los casos, la exposición a la transmisión pre-sintomática ocurrió uno o tres días antes de que el paciente-fuente desarrollara síntomas. El estudio planteó que la transmisión pre-sintomática podría ocurrir a través de la generación de pequeñas gotas respiratorias o a través de transmisión indirecta.

Gente con mascarillas contra el coronavirus en Singapur (REUTERS/Edgar Su)
Gente con mascarillas contra el coronavirus en Singapur (REUTERS/Edgar Su) (EDGAR SU/)

“Se ha demostrado que el habla y otras actividades vocales como el canto generan partículas de aire, con una tasa de emisión correspondiente al volumen de la voz”, dijeron los investigadores, citando el caso de una práctica de coro en los Estados Unidos el 10 de marzo en la que, probablemente debido a la transmisión pre-sintomática unos 40 miembros del coro se infectaron con el COVID-19.

El estudio no descarta la posibilidad de que, en lugar de la transmisión pre-sintomática, una fuente desconocida pudiera haber infectado a los pacientes, pero dijo que ésto era poco probable, dada la información de los “fuertes sistemas de vigilancia” de Singapur. Otra posibilidad, también improbable, es que los pacientes hayan recordado mal las fechas en las que se manifestaron sus síntomas, dijeron los investigadores.

Aún así, los autores explican que las medidas de contención de los contagios deberían incluir el período anterior al inicio de los síntomas al rastrear contactos y los hallazgos resaltan la importancia del distanciamiento social.

En un comentario sobre los hallazgos de la investigación, el doctor Leong Hoe Nam, experto en enfermedades infecciosas del Hospital Mount Elizabeth Novena, dijo que con esto el distanciamiento social es aún más importante.

Un paramédico guarda su equipo protector en una bolsa en Boston, Massachusetts (REUTERS/Brian Snyder)
Un paramédico guarda su equipo protector en una bolsa en Boston, Massachusetts (REUTERS/Brian Snyder) (BRIAN SNYDER/)

“Todos deben mantener estrictamente el distanciamiento de dos metros, y los ancianos deben permanecer en casa y no salir, ya que son los que corren más riesgo”, añadió.

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Fuente: Infobae

Categorías: Noticias

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