El 28 de abril se llevarán a cabo las PASO en la provincia de Santa Fe. Una de las elecciones más importantes tendrá lugar en Rosario, la ciudad más poblada de la provincia. Allí habrá dos internas de peso. De una saldrá el candidato del Frente Progresista, de la otra emergerá el candidato de Cambiemos.
Roy López Molina es el candidato que tiene el respaldo del gobierno nacional. Enfrentará en la elección del domingo a Jorge Boasso, de origen radical. En una entrevista con Infobae, el dirigente analizó la situación de Rosario en materia de seguridad, adviertió que el ciclo del socialismo está cumplido y explicó cuáles son sus propuestas para intentar llegar al municipio de una de las ciudades más importantes del país.
-¿Qué lo diferencia de Jorge Boasso, su competidor en la interna de Cambiemos? ¿Cuál es su propuesta diferente para gobernar Rosario?
-Soy muy respetuoso del mecanismo de las PASO y respeto mucho a Jorge Boasso. Pero estoy convencido que a los problemas de siempre que tiene Rosario, como la inseguridad, el transporte público, la obra pública y el tránsito, lo tenemos que abordar con una renovación. Con caras nuevas. Hace más de 10 años que me preparo para gobernar Rosario. Tengo los diagnósticos, las propuestas y los equipos, porque la complejidad de la ciudad necesita de un abordaje interdisciplinario.
-¿Esa complejidad hoy está vinculada al narcotráfico?
-Tengo la decisión política de enfrentar la inseguridad, el narcotráfico y las mafias. Cuando presenté el plan de seguridad en la sede de gendarmería hice mención al combate contra las mafias. Eso que decimos ahora, lo hice en el 2012 cuando me enfrenté al narco más importante que tenía la zona oeste, Luis Medina, que quería instalar una franquicia de un boliche porteño con plata del narcotráfico, con el objetivo de seguir lavando plata del delito a través de esa fachada en el centro de la ciudad. Y también en el 2015 cuando frenamos un acuerdo abreviado que solamente beneficiaba a Los Monos en la justicia provincial. Lo denunciamos y lo frenamos. Y a partir de eso se logró un juicio oral y público donde la banda recibió condenas de más de 30 años.
-Uno de los problemas más complejos que tiene Rosario es la inseguridad. ¿Cuál es su análisis de la situación actual?
–Rosario tiene el triple de homicidios que la media nacional. Un vecino de la ciudad tiene tres veces más chances de que lo maten caminando por la calle que un vecino de Salta o Mendoza. Esta situación dolorosa y grave es producto de la falta de decisión política y liderazgo de los que hace 30 años gobiernan Rosario y hace 12 años gobiernan la provincia. No lo quisieron hacer o no lo supieron hacer. Puede haber muchos factores. Pero el resultado ha sido malo. Tenemos records de homicidios y convivimos con situaciones que nunca pensamos que íbamos a tener, como sicarios y balaceras.
-Los hechos de violencia se repiten…
-El último fin de semana hubo dos balaceras en el corazón de la ciudad, en la zona de Pichincha. Una zona de bares y restaurantes. Cuatro homicidios en 24 horas. Aceptar el diagnóstico es fundamental para empezar un cambio en el paradigma de la seguridad desde el nivel local. Yo decidí tomar este camino hacia la intendencia porque me quiero hacer cargo de los problemas y preocupaciones que tiene la ciudad.
-¿Y cómo combatiría usted los graves problemas de inseguridad?
-A partir de la decisión política hay que instrumentar decisiones concretas que nos van a permitir a los rosarinos recuperar la paz y la tranquilidad que perdimos. Decisiones como la creación de una secretaria de seguridad ciudadana, a la que le vamos a inyectar un presupuesto de los más altos del Municipio. Más de 1500 millones de pesos al servicio de la seguridad para fortalecer todo el sistema de monitoreo, de cámaras de videovigilancia, de armas comunitarias, de botones de pánico. Incorporando pórticos de lectura de patentes para rápidamente detectar un auto que circula por la ciudad con pedido de captura.
-¿Apelaría a una fuerza de seguridad local?
-Vamos a transformar de raíz la actual Guardia Urbana municipal para que se convierta en una patrulla urbana que tenga especial capacitación para intervenir en situaciones de conflictividad social. Eso lo vamos a hacer firmando convenios con la Policía Federal y con la Gendarmería Nacional. Y si después, en el camino de encontrar la solución al problema de la inseguridad, hay alguna decisión que dependa de otro nivel de gobierno, vamos a exigírselo. A partir del 10 de diciembre vamos a aumentar radicalmente la presencia de fuerzas federales en la ciudad de Rosario para bajar de niveles de violencia y pacificar los barrios. Y también vamos a reclamar en el Congreso y la Corte Suprema para que se creen más juzgados federales en Rosario. Hoy están abarrotados por la narcocriminalidad.
-Le propongo el ejercicio de mirar a Rosario desde afuera y como un vecino común. ¿Le parece que la ciudad está estigmatizada por el conflicto que generó el narcotráfico?
-Los rosarinos somos los primeros que sabemos que Rosario no es una ciudad narco. Sabemos del enorme potencial emprendedor y creativo que tiene la ciudad. Es una ciudad que se fue haciendo así misma y que fue generando su propia identidad. Pero también sabemos que las mafias y las bandas criminales se instalaron. Ese diagnóstico es el puntapié inicial para empezar con medidas concretas y resolver este flagelo que estamos viviendo.
-El socialismo ha marcado en reiteradas oportunidades que existe una estigmatización…
-No quiero caer en la trampa de los que hace mucho tiempo nos gobiernan y recurren a distintas estrategias para no hacer nada con la inseguridad. Porque negaron el problema. Después, como no lo podían negar, empezaron a hablar de estigmatización. De que todo lo que pasaba en Rosario solamente era una estigmatización de los medios nacionales. Y en el camino seguíamos contando muertos. Y ahora, la nueva estrategia. Parece ser que lo que sucede en Rosario es parte de una estrategia política de algún sector para sacar rédito electoral. Eso fue lo que dijo el gobernador en los últimos días. Sin aportar, a una denuncia institucional grave, una prueba o un dato concreto. Es una falta de respeto a las víctimas de la ciudad y es ridículo pensar que lo que le pasa hoy a Rosario tenga que ver con la elección. El año pasado tuvimos 200 homicidios y no había elecciones.
-¿Y por qué cree que el gobernador dijo eso?
-Lo que motivó esa declaración del gobernador fueron balaceras en el corazón del centro de la ciudad. Ahora se descubrió que uno de los frentes baleados era de una persona que tenía causas por narcotráfico. No son ni las elecciones ni la estigmatización. Es la droga y el narcotráfico que nos penetró. No hay que caer en falsos diagnósticos o en miradas que intentan negar lo que nos pasa. Hay que llevar adelante un cambio rotundo de paradigma.
-Es el candidato que respalda el gobierno nacional ¿En cuánto le puede afectar el día de la elección la situación económica del país y la situación que está atravesando el Gobierno?
-El contexto nacional siempre es el marco en el que nos toca competir. En el 2017 la mayoría de los argentinos sentíamos que habíamos atravesado lo más difícil y que estábamos creciendo definitivamente. En el 2018, por errores propios, malos diagnósticos y factores internacionales, un conjunto de causas, fue un año durísimo. Y el 2019 lo sigue siendo. No lo negamos. Lo reconocemos. Lo sabemos por las charlas que tenemos con los vecinos, los comerciantes, los industriales, que cuentan lo difícil que es pagar las facturas de los servicios públicos o los precios que aumentan. Pero también creo que la mayoría de los argentinos seguimos esperanzados en que resolvamos lo estructural. Lo que arrastramos hace mucho tiempo y crezcamos definitivamente.
-Todos los candidatos que no son del socialismo hacen hincapié en los problemas de inseguridad que tiene Rosario. ¿Es el punto débil del socialismo?
–La inseguridad es el punto débil y el gran flagelo que tiene la ciudad. Producto del fracaso del socialismo en su política de seguridad. Hay una suerte de tregua del socialismo con la delincuencia. Yo quiero terminar con esa tregua combatiendo a la mafia, el narcotráfico y la inseguridad. Porque detrás de cada estadística hay una familia destruida, una vida que se perdió o un vecino que no se recupera nunca más por haber sufrido un hecho de inseguridad en carne propia. En mi gobierno va a haber tolerancia cero con la delincuencia. Vamos a estar siempre del lado de la víctima y no del victimario.
-Habló de “modernizar el Estado” en varias oportunidades. ¿A qué se refiere?
-Rosario hoy tiene serios problemas a la hora de garantizar que la gestión pública dé una respuesta ágil y eficiente a los reclamos de los vecinos y los servicios que presta. Tiene que ver con una forma de gestionar lo público que se ha quedado en el tiempo. Es necesario la visión estratégica, la planificación, el control de gestión, la medición de la satisfacción y eficacia de las políticas públicas que se implementan. Y esa es una decisión política del que gobierna. Modernizar hacia el interior de la municipalidad.
-¿Pero puntualmente a qué se refiere?
-Cuando presentamos el plan de desarrollo económico mencionamos la necesaria incorporación de la digitalización de todos los trámites que se hagan ante la municipalidad. Que todos los tramites que se puedan hacer por una computadora o un celular, se hagan y que la excepción sea ir a una oficina pública. Reducir tiempos y plazos. Es vital incorporar a Rosario en esta metodología de gestión de las ciudades que en el siglo XXI son exitosas a la hora de dar respuestas.
-En esta oportunidad compiten usted, Verónica Irizar, Roberto Sukerman. ¿Tomará mayor exposición en esta elección una nueva camada de la política santafecina?
-Es una elección con un promedio más bajo de los candidatos a intendentes si uno lo compara con otras elecciones. Más allá de caras más nuevas y jóvenes, al frente de la ciudad hay un grupo político que cumple 30 años y es inevitable que después de ese tiempo haya un ciclo que pierda fuerzas, ganas y creatividad. En el pasado no hay ninguna solución a los problemas del presente y el futuro. En estas elecciones, además de elegir intendente, estamos eligiendo si volvemos a creer que en los próximos 4 años aquellos que hace 30 años que gobiernan la ciudad, van a hacer lo que no hicieron antes. O, si entre todos, construimos una ciudad distinta.
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