Pareciera que frente a un tiempo de profundos cambios producidos por la globalización y el impacto tecnológico, se requieren respuestas creativas e innovadoras para abordar un fenómeno de transformaciones irreversibles. Al mismo tiempo, varios de los liderazgos actuales parecen empecinados en seguir aplicando viejos paradigmas a un mundo de profundos cambios con desafíos completamente nuevos y con características tremendamente más complejas. Yo diría que por eso los liderazgos están en crisis y con ellos las instituciones.

Ya lo decía Albert Einstein: “Si quieres resultados distintos, no sigas haciendo siempre lo mismo”.

Aunque genere una gran polémica muchos pensadores sostienen que el pasado ya no sirve para dar respuesta a los problemas actuales. Desaparecidas las “certezas” que podían venir de la experiencia, el presente diferente sólo se puede entender a partir de la “incertidumbre” y el “riesgo”, por lo cual nos enfrentamos a un futuro dinámico, complejo e imprevisible.

Una de las formas de definir a la gestión es como un proceso que intenta ordenar y controlar cosas o personas para lograr un determinado objetivo. Con la irrupción de tantos cambios, controlar las cosas ya es difícil y pretender controlar a las personas suena impracticable. Los trabajos que requieren supervisión se los encargan a los robots y algoritmos.

El trabajo no estándar, creativo y experimental, por otro lado, no se presta naturalmente a la administración.

Recuerdo que Steve Jobs decía: “No tiene sentido contratar personas inteligentes y luego decirles qué hacer. Contratamos personas inteligentes para que nos digan qué tendríamos que hacer”.

La división del trabajo fue característica en la era industrial, pero hoy en día es cada vez más difícil analizar y asignar el trabajo en el formato de tareas específicas.

Diseñar un plan, escribirlo y luego ejecutarlo parece que ya no es tan viable según algunos especialistas en management y liderazgo. La idea tradicional de estrategia, tal como la conocimos, también estaría mutando.

Interactuar y convivir con la incertidumbre es el principal desafío pero también es una gran oportunidad.

Si las estructuras (sean las empresas, las, instituciones como las educativas, el sector público o las organizaciones de la sociedad civil) no logran enfrentar el futuro audazmente, es muy probable que pronto tengan aún más grandes dificultades y algunas de ellas, inclusive, desaparezcan.

Varios CEOs, presidentes, directores y gerentes estarían agregando menos valor de lo que solían aportar. Algunos de ellos, temerosos o incapaces de cambiar, además, limitan o minimizan la innovación y reprimen la creatividad en la búsqueda del orden que tan bien ha funcionado en el pasado.

Estas ideas innovadoras de post-gestión o cambio del management apenas comienzan a aparecer. Las escuelas de negocio de todo el mundo y las universidades lo saben. Es el ritmo cada vez más acelerado del progreso tecnológico el responsable de su aparición y de la ruptura de los viejos paradigmas del management.

¿Es el modo de gestión jerárquica adecuado para los desafíos de mundo actual? Cada sector de una organización tradicional ahora está en constante cambio. ¿Son estas nuevas ideas y palabras como transformación digital, gestión de la innovación, del conocimiento, del talento, pensamiento de diseño y enfoque Inter y multidisciplinario las que deben cambiar en discurso moderno de la administración? ¿Una organización basada en proyectos y sin tantas jerarquías, con nuevos liderazgos por proyectos puede ofrecer la flexibilidad y agilidad que las empresas necesitan para enfrentar el futuro?

Estos son algunos de los temas que abordaremos en el Fórum “Excelencia 2019: Innovación con Impacto” a realizarse el 13 y 14 de noviembre en el Museo del Agua Corriente.

El autor es líder de la Comunidad de Innovación y Calidad del Espacio Excelencia.

Fuente: Infobae Fecha:

Categorías: Noticias

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