Polémica. Y al mismo tiempo muy aplaudida. La analista política y periodista española Pilar Rahola no ahorró calificativos a la hora de definir al kirchnerismo y a Cristina Fernández en su presentación ante el Rotary Club Buenos Aires. Planteó una posición “neutral” pero bromeó sobre su pantalón amarillo sin ocultar su simpatía por Cambiemos. “Con toda humildad permítanme un consejo: intenten que no exista la vergüenza de que alguien que ha protagonizado la peor vergüenza pueda ser candidata”, sugirió.
Gran parte de sus anfitriones rotarios, empresarios, CEOs, abogados, consultores, la interrumpieron con un intenso aplauso. La española luego ironizó: “¿Mañana Cristina va a la Sala Borges en la Feria del Libro? ¡Pobre Borges!”.
Independentista en su país, novelista y ex diputada del Grupo Parlamentario Mixto entre 1993 y 2000, su postura quedó clara desde el arranque de la charla. “El kirchnerismo fue un auténtico golpe blando a la democracia de la Argentina” indicó enfática y propuso a su auditorio replicar su mensaje: “Un club influyente, ustedes tienen capacidad de proyectar”, explicó sus fuertes palabras y su ímpetu para pedir que ayuden a la reelección del Presidente a quien no nombró porque eligió referirse siempre a Cambiemos.
La mitad de la exposición la dedicó a su último libro, tras haber sido presentada por el socio rotario en ejercicio de licencia, el rabino y secretario de Ambiente Sergio Bergman. Luego se dedicó a la Argentina. Rahola consideró que el actual Gobierno busca limpiar la corrupción y el populismo, el fin de la demagogia y un cambio de paradigma político respecto a lo que consideró “un auténtico régimen” (el gobierno K) y responsabilizó al gobierno anterior por el “descrédito” del país. Atribuyó esa caída de imagen a nivel internacional primero “a su acercamiento con el régimen bolivariano” y en segundo lugar a la corrupción. “Se había creado una auténtica mafia”, consideró aunque como española hizo autocrítica porque en España “tenemos más imputados del Partido Popular que diputados”.
En el tercer lugar de su lista Rahola no se amparó en el potencial y acusó a Cristina Kirchner de haber impulsado “un intento de vender la piel de las víctimas de la AMIA a sus verdugos” y aunque no hay sentencia judicial hizo mención al “asesinato de un fiscal, que además era un amigo personal”. Otro aplauso la interrumpió en un espacio donde encontró mayoría de adherentes.
Eso sí, admitió que “las expectativas ahora no son tan lindas” (incluso al término de su charla hubo socios que hablaron entre ellos sobre las dudas que les merecen hoy algunas políticas del Gobierno) y subrayó que “se está reforzando Cristina Kirchner a pesar de que se robó la plata del pueblo”.
Luego contó una anécdota. El chofer que la llevó de Ezeiza a su alojamiento le dijo que si ponía en la balanza a Cristina Kirchner y a Mauricio Macri con la ex presidenta “vivía mejor”. Entonces, reveló, “le dije que cómo podía ser, no puede ser que se considere a alguien que robó millones y millones”. “Si una persona quiere que sus dirigentes sean mafiosos es porque no cree en la democracia”, aseveró y agregó que “Cristina Fernández ha creado una estructura mafiosa es la que más le ha robado al pueblo en nombre del pueblo”. Otra vez la aplaudieron. Y agregó que “cuando un representante falla en todo no puede pisar nunca más la Casa Rosada”. Fue el cuarto aplauso para ella.
La actitud del chofer, y la de los argentinos que podrían votar por Cristina Fernández de Kirchner es para la española “la deserción del ciudadano” y concluyó que “no es democracia”.
Finalmente criticó la falta de contundencia de la actual gestión para ocupar “un lugar preponderante en Sudamérica”, por ejemplo frente a la situación en Venezuela.
A la hora de las preguntas, moderadas por Clara Mariño, apuntó al rol del periodismo. “Estuvo derrotado, no estuvo en su lugar, con excepciones”, juzgó.
En el inicio del almuerzo rotario la periodista catalana de La Vanguardia hizo un repaso sobre su libro S.O.S. cristianos. “Uno de cada doce cristianos en el mundo sufren un altísimo grado de persecución y está en riesgo su vida”, reveló. En el ránking de peores países para ser cristiano (llevar la cruz visible, rezar, tomar la comunión o celebrar la Navidad libremente) ubicó primero a Corea del Norte, después a Somalía. Y alertó: “Cuando hablamos de mártires pensamos en las catacumbas pero nunca hubo tantos mártires y persecución como en el Siglo XXI”.
