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En el octavo piso del edificio ubicado sobre Avenida Corrientes —en el cruce con la calle Reconquista, en el microcentro porteño— están las oficinas de Bomchil, el estudio de abogados argentino que cumple 100 años

“El objetivo es la continuidad en el tiempo”, le dice Máximo Bomchil a Infobae cuando habla del futuro. En el diálogo, el presidente honorario de Bomchil —uno de los estudios de abogados full-service más prestigiosos de Argentina— revela la fórmula que utilizó la firma para llegar a los 100 años en la actividad y brinda detalles sobre cómo proyectan el próximo centenario.

“Desde hace muchos años los socios decidimos que el estudio tenía que continuar independientemente de quiénes lo integramos. Es decir, teníamos que formar una estructura que se mantuviera en el tiempo para que Bomchil no desapareciera cuando lo hiciéramos nosotros”, cuenta quien fue socio administrador de la firma desde 1978 hasta hace poco tiempo atrás. “Todo empezó con el proyecto de una persona, un tío mío (Miguel Bomchil) en 1923 y mi padre se unió 10 años después. En 1933 los dos armaron el primer estudio”, recuerda sobre su padre —también llamado Máximo—, quien co-lideró el estudio junto a Miguel bajo el nombre de “M. & M. Bomchil”.

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Junto al presidente honorario de Bomchil, cinco de los socios: Javier Petrantonio, socio administrador; Ariadna Artopoulos, Marcelo den Toom, Pablo Alliani y Guillermo Teijeiro

“Invertimos en talentos jóvenes y pusimos ciertas limitaciones para que los mayores nos tuviéramos que ir retirando para dejarle el lugar a ellos. Todo eso no se hizo por casualidad, se hizo porque hubo un firme propósito de mantener a Bomchil para los próximos 100 años”, detalló sobre la estrategia de negocio el presidente honorario de la firma. Máximo Bomchil habla en la sala de reuniones del comité ejecutivo, el principal espacio que el estudio tiene en las oficinas de un octavo piso en el microcentro porteño. Allí también lo acompañan cinco de los socios: Javier Petrantonio, socio administrador; Ariadna Artopoulos, Marcelo den Toom, Pablo Alliani y Guillermo Teijeiro. “El objetivo es la continuidad en el tiempo y la continuidad de nuestra cultura”, enfatiza el hijo de uno de los dos impulsores de la empresa.

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Máximo Bomchil, Ariadna Artopoulos y Guillermo Tejeiro

“Yo lo sucedí a él como socio administrador —cuenta Javier Petrantonio— y eso es lo que tenemos que seguir haciendo para adelante. Esa cultura de la que habló Máximo es la que se tiene que mantener: la que nos trajo hasta donde estamos y nos permitió la flexibilidad de incorporar nuevos talentos y nuevos grupos de trabajo como el de Guillermo (Teijeiro), como el de Pablo (Alliani)”.

“Salvo los socios que se incorporaron a través de estas combinaciones, el resto nos formamos acá. Todos ingresamos, la gran mayoría, desde Juniors e hicimos toda la carrera y somos socios. Eso es lo que pretendemos para los nuevos talentos”, detalló Petrantonio y agregó: “También hacemos el esfuerzo de dedicar tiempo para el largo plazo, para ver cuáles son nuestros planes, qué áreas vemos que se van a desarrollar, qué disciplinas van a venir, a quién tenemos que incentivar y dónde tenemos que invertir. Esa es la manera y la fórmula que nosotros vemos para llegar a los 200 años. Esperemos lograrlo”.

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La firma Bomchil realizará la celebración de su centenario el próximo 19 de octubre

La adaptabilidad no es un factor azaroso en la historia de la firma. “La profesión ha cambiado mucho en los últimos 20 o 30 años. La tecnología ha tenido una influencia enorme en la forma en la que trabajamos y ha sido importante adaptarse a la situación económica, al cambio de la profesión y al cambio de la tecnología”, aclara Máximo Bomchil.

“Más de la mitad del staff de abogadas del estudio son mujeres”, destaca Ariadna Artopoulos en relación a los nuevos tiempos y la paridad de género puertas adentro. “Como estudio y como socios del estudio estamos convencidos de tratar de lograr que la mayoría de las mujeres también crezcan como profesionales”, cuenta.

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Máximo Bomchil junto a Ariadna Artopoulos

Más allá de ser una reconocida firma full-service, Marcelo den Toom detalla cuáles son las áreas en las que son especialistas: “Las principales que comprenden el estudio son el área corporativa, también la de derechos financieros, las de litigios que incluye arbitrajes internacionales y el área de energía, además de la de impuestos. Después tenemos por ejemplo el área laboral y otras más de nicho, como podría ser la de fintech o como podría ser la de defensa de la competencia o ambiental. Todas se unen para dar este full-service”.

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Los socios Pablo Alliani, Javier Petrantonio —socio administrador— y Marcelo den Toom

Si bien en sus comienzos la firma se hizo conocida como el estudio de la comunidad francesa, con el correr de los años trascendió esas fronteras: la representación de inversores radicados en Argentina y la región convirtió al estudio en un referente para la comunidad de negocios extranjera en el país para la década del ‘80.

Entre fines de los ´80 y principios de los ´90, a su vez, el estudio Bomchil intervino en los procesos de privatización y reformas económicas que caracterizaron a la época. “Ahí comenzó el gran desarrollo cuando la Argentina se abrió al mundo con todo el proceso de privatizaciones, de nuevas inversiones que fue muy fuerte. Ahí crecimos enormemente”, recuerda Máximo Bomchil. En la actualidad la firma está integrada por 85 abogados —de los cuales 21 son socios— y por un staff de 38, lo cual suma 123 personas.

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Máximo Bomchil (Fotos: Roberto Almeida)

Bomchil es considerada una de las firmas full-service más prestigiosas del país: participó de algunas de las operaciones y disputas más complejas y significativas a lo largo del último centenario nacional y cuenta con una con una cartera de clientes de renombre, por las que pasan empresas multinacionales y regionales, además de bancos, gobiernos, embajadas y ONGs, entre otros. “Este lugar es mi vida y yo creo que es la vida de muchos acá, no solo mía. Estamos muy comprometidos con lo que fue y con lo que seguirá siendo el estudio. Hay un factor afectivo muy importante”, completa Máximo Bomchil.

Fuente: Infobae

Categorías: Noticias

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