Mariana Fabbiani
Mariana Fabbiani

Si tuviéramos que darle el título de un programa suyo a la carrera de Mariana Fabbiani, de familia de artistas, nieta de un grande entre los grandes (el legendario compositor Mariano Mores), el que mejor cuadraría es Mariana de casa. Porque eso es, al fin de cuentas -y más allá de los lugares que le toque ocupar- la imagen que consigue la conductora para lograr la identificación popular que la puso donde está, mucho más allá de la sonrisa perfecta y la empatía que genera.

Mariana es de casa. Está en casa. Es la vecina del piso de arriba, la prima, la sobrina, la nieta, la hermana, de cualquiera de nosotros. No es lejana, no es inaccesible. Es una celebrity pero no es una diva. Esa cercanía que transmite al aire, como si se sentara en la cena a charlar de lo que pasó durante el día, la pone en un lugar que pocos consiguen en la televisión. Y que claramente, nadie le regaló.

1. —¿Cuál es el recuerdo más feliz de tu infancia?

—Los veranos en Mar del Plata. Vivíamos con mis primos y mis abuelos en la misma casa. Mi familia hacía temporada allá. Eran meses de fiesta, de compartir en familia. Tengo recuerdos muy felices de todos esos años.

2. —¿En qué momento decidiste dedicarte al mundo del espectáculo?

—Siempre supe que de una manera u otra iban estar vinculada a lo artístico. Creo que me decidí a la seis años viendo a Tita Merello en el teatro con mi abuelo. ¡Las ganas que tenia de subirme al escenario!

3. —¿Tu abuelo fue una inspiración en tu carrera?

—Absolutamente. Mi abuelo era un dotado, pero además tenía disciplina. Pasión. Me inspiró a buscar a mi propia identidad a la hora de expresarme. Me mostró el valor del esfuerzo. Creía en mí: siempre me dio toda su confianza.

4. —¿Te gustaría que tus hijos se dedicaran al mundo del espectáculo?

—Ay, ¡qué difícil! Me gustaría que fueran felices, pudiendo elegir lo que quieran hacer. Por supuesto, me encantaría evitarles todos los sufrimientos, pero cuando existe una vocación, sé que es algo que se impone a pesar de nuestra voluntad. Así que los acompañaré en lo que sea que elijan.

Mariana Fabbiani en el estudio de su ciclo de El Trece, “El Diario de Mariana”
Mariana Fabbiani en el estudio de su ciclo de El Trece, “El Diario de Mariana”

5. —¿Qué creés qué hay después de la muerte?

—No lo sé, por eso vivo con plena consciencia de cada momento que transito, disfrutando de los afectos, de la familia. Soy una persona de fe, pero me da mucho miedo la muerte. La propia y la ajena. La idea de la finitud me perturba. Desearía reencontrarme con todo mis seres queridos. Eso me gustaría.

6. —¿Hacés terapia?

—Hice terapia toda mi vida, pero justo ahora estoy en receso: hace unos meses que no voy, pero en general lo hago cada 15 días. Es un espacio de reflexión, de honestidad conmigo misma, que defiendo y me hace bien.

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7. —Si pudieras elegir un superpoder, ¿cuál sería?

—El de sanar.

8. —¿Dónde está tu actriz? ¿Hay ganas de hacerla volver?

—(risas) Mi actriz a veces se queja un poco porque la tengo guardada. Pero sé que en algún momento volveré a actuar. Para divertirme, para reencontrarme con mi parte más lúdica. Seguramente haré teatro: tengo muchas ganas. El tema es que el programa diario me absorbió mucho todos estos años.

9. —¿Cómo vivís el rating? ¿Te estresa?

—Estoy atenta al rating como todos los que hacemos tele. Es mi trabajo. No existe trabajar en televisión y decir que no te importa el rating: es como decir que fabricás algo y no te interesa venderlo. Pero no es lo único a lo que le presto atención. Antes estaba más pendiente, creo que los años me han vuelto mas sabia.

Mariana Fabbiani con sus hijos, Matilda y Máximo
Mariana Fabbiani con sus hijos, Matilda y Máximo

10. —¿Sos diferente en la maternidad con cada uno de tus hijos? ¿Qué tiene de particular la relación con cada uno?

—Trato de ser equitativa en el tiempo y la exclusividad que le dedico a cada uno. Pero son dos personas diferentes, con necesidades distintas. Y por supuesto, son dos relaciones distintas también. Pero con los dos tengo una conexión hermosa. Con Matilda hacemos planes de chicas, compartimos gustos por un montón de cosas, nos divertimos mucho. Además es muy inteligente y tiene un punto de vista que siempre me sorprende. Máximo es re sensible, es el romántico de la casa. Ama la música, es un chico con una enorme empatía. Y también tiene mucho humor. Soy una mamá que se tira al piso a jugar. Amo ese rato con los chicos, que nos conecta, nos acerca. Los dos tienen mucho carácter así que estoy en plena tarea de poner límites. Me cuesta pero bueno, es parte de educarlos, ¿no? ¡Yo los malcriaría todo el día!

11. —¿Cómo te imaginás en 10 años?

—Viajando con mi marido, disfrutando de mis hijos, ya más grandes. Trabajando un poco menos menos y, espero, más sabia.

Mariana con su marido, Mariano Chihade
Mariana con su marido, Mariano Chihade

12. —Algo que te preocupe, algo que te ocupe, algo que te entusiasme.

—Me preocupa mi país. Me ocupa tratar de ser mejor persona todos los días. Me entusiasma aprender, siempre aprender.

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Fuente: Infobae

Categorías: Noticias

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