“La Colección Wallace ha sido un punto de referencia para mí desde mis primeros días en Londres”, dijo Blahnik en la apertura de la exhibición (The Wallace Collection)
“La Colección Wallace ha sido un punto de referencia para mí desde mis primeros días en Londres”, dijo Blahnik en la apertura de la exhibición (The Wallace Collection)

Por Flavia Tomaello

Cuando una mujer canaria convenció a su marido checo de que el nombre bien hispano elegido para su hijo -Manolo- combinaba con las duras consonantes del apellido –Blahnik-, nunca imaginó que estaba fundando un imperio.

Aquél inquieto niño que nació en Santa Cruz de La Palma en 1942 y se divirtió escondiéndose tras las plataneras, aprendió el oficio de los zapatos en casa. Manolo Blahnik no fue un éxito universitario. Sus padres lo enviaron a Ginebra donde se licenció en Derecho Internacional y posteriormente en Literatura, pero a él lo sedujo París. La “ciudad de la luz” lo deslumbró con su arte. En esa disciplina se formó por un par de años en la Escuela del Louvre y en la Escuela de Bellas Artes.

La versatilidad londinense lo atrajo. El hombre de mundo volvió a emigrar. En Londres se transformó en fotógrafo del Sunday Times, además de dar curso a la pluma como corresponsal para Vogue L’Uomo de Italia.

Wallace Collection es un espacio al que Blahnik recurre por inspiración
Wallace Collection es un espacio al que Blahnik recurre por inspiración

Su trabajo lo sumergió en el mundo de la moda, merced a las sugerencias de la editora de Vogue Estados Unidos, Diana Vreeland. Otra vez los viajes fueron la inspiración. En uno junto a Paloma Picasso, ésta le presentó a la periodista. El le mostró sus diseños y ella se deslumbró con su locura creativa. Le indicó que debía abandonarlo todo y dedicarse diseñar. Ya nunca más salió de la industria. Blahnik abrió su primera tienda en 1973 en Londres. Desde allí a los “Manolos” de Carrie Bradshow, el personaje interpretado por Sarah Jessica Parker en Sex and the City, quedaba sólo un paso.

“El ángel de la moda”, así lo llama la más famosa editora de moda contemporánea, Anna Wintour. Blahnik afirma que los zapatos le han enseñado “a tener paciencia, a ser ordenado con los pensamientos”. Es, probablemente, esa racionalidad en el maremagnum creativo que hacen de sus piezas un activo único, imperecedero. Una inversión de lujo más cercano al arte que a la indumentaria.

La materia prima

Wallace Collection, un museo de arte en Londres, es un espacio al que Blahnik recurre para inspiración. Allí se presenta ahora la exposición “Una mente inquisidora” , una edición seleccionada personalmente de los diseños de zapatos de los archivos privados de Blahnik entre las obras maestras de la Colección Wallace. Esta emocionante aventura yuxtapone un ícono del mundo de la moda contemporánea con obras que han sido inspiración para los artistas desde su apertura al público en 1900. Más de 160 diseños de archivo en exhibición en el edificio del siglo XVIII.

Esta emocionante aventura yuxtapone un ícono del mundo de la moda contemporánea con obras que han sido inspiración para los artistas desde su apertura al público en 1900. Más de 160 diseños de archivo en exhibición en el edificio del siglo XVIII
Esta emocionante aventura yuxtapone un ícono del mundo de la moda contemporánea con obras que han sido inspiración para los artistas desde su apertura al público en 1900. Más de 160 diseños de archivo en exhibición en el edificio del siglo XVIII

Co-comisariada por el director de la Colección Wallace, Xavier Bray, y el propio Manolo Blahnik, la propuesta celebra la fascinación de larga data del diseñador con las pinturas, esculturas y muebles que lo condujo a un diálogo entre lo viejo y lo nuevo, el arte y la artesanía, lo real y la fantasía. Cada sala explora un tema particular asociado con el trabajo de Blahnik, lo que demuestra su sed de conocimiento y la amplia influencia en sus diseños.

Los visitantes se embarcan en un viaje a través de la imaginación del creativo, que abarca el teatro y el espectáculo de la Commedia dell’arte, las modas inspiradas en la España natal de Blahnik, el estilo rococó del siglo XVIII, su propia interpretación personal del estilo inglés. Se exhibe toda la diversidad del trabajo del zapatero, desde las mundialmente reconocibles piezas color caramelo diseñados para la galardonada película de Sofía Coppola María Antonieta, que se ve exhiben junto a la obra Madame de Pompadour de Boucher; hasta sus zapatos incrustados en joyas que destellan diamantes, montados en cajas de oro o miniaturas delicadamente pintadas como los gabinetes de tocador de la colección Wallace.

Tanto los diseños de Blahnik como las obras de arte con las que se entremezclan reflejan un compromiso con el arte y la artesanía. Así como los fundadores de la Colección Wallace buscaron adquirir lo más bello, lo más cautivador y lo más preciado, Blahnik también busca producir zapatos de calidad y elegancia refinadas. Esta es una rara oportunidad de ver la excelencia en el diseño contemporáneo junto con la calidad excepcional de las obras de arte. Junto a la exposición, una serie de paneles de discusión explora más a fondo los temas que impregnan los diseños de Manolo Blahnik y las obras contenidas en la Colección Wallace.

Los visitantes se embarcan en un viaje a través de la imaginación del creativo, que abarca el teatro y el espectáculo de la Commedia dell’arte, las modas inspiradas en la España natal de Blahnik, el estilo rococó del siglo XVIII, su propia interpretación personal del estilo inglés
Los visitantes se embarcan en un viaje a través de la imaginación del creativo, que abarca el teatro y el espectáculo de la Commedia dell’arte, las modas inspiradas en la España natal de Blahnik, el estilo rococó del siglo XVIII, su propia interpretación personal del estilo inglés

“Esta es una oportunidad increíblemente emocionante para mostrar la forma en que la Colección Wallace ha inspirado a una de las mejores mentes de la moda del mundo -dice Bray-. También permite al público ver la colección con una nueva luz y hacer conexiones entre las muchas disciplinas artísticas que se encuentran en el museo”.

Para su 27mo. Bianca Jagger, musa y amiga de Blahnik, ingresaba al Studio 54 de Nueva York trepada a un caballo blanco y luciendo las sandalias doradas más increíbles diseñadas por el creador que brillaban bajo la túnica roja que casi las cubría. Celebrando las cuatro décadas de ese hecho, hoy la imagen se refleja en otra: la pintura rococó The Swing (1767), de Jean-Honoré Fragonard. Allí, una mujer joven muestra sutilmente sus tobillos. Los zapatos de seda atraen la mirada de un admirador.

De todos los tiempos

“La Colección Wallace ha sido un punto de referencia para mí desde mis primeros días en Londres -dijo Blahnik en la apertura de la exhibición-. Era, y sigue siendo uno de mis museos favoritos con la selección de arte más refinada. Estoy increíblemente humilde y honrado de ser parte del proyecto y mostrar mi trabajo en el museo”.

Se exhibe toda la diversidad del trabajo del zapatero, como las mundialmente reconocimbles piezas color caramelo diseñadas para la galardonada película de Sofia Coppola “María Antonieta”
Se exhibe toda la diversidad del trabajo del zapatero, como las mundialmente reconocimbles piezas color caramelo diseñadas para la galardonada película de Sofia Coppola “María Antonieta”

Con una carrera de casi 50 años, Manolo Blahnik es uno de los diseñadores de calzado más influyentes del mundo, aunque reivindica su valor de un artesano. Hasta el día de hoy hace un viaje a las fábricas de Milán cada temporada durante unas semanas para dar vida personalmente a cada colección.

Todos los zapatos que desarrolla se basan en sus bocetos que se traducen en prototipos en las fábricas. Las hormas y tacones de exquisita forma que crea para sus zapatos aún se perfeccionan con sus propias manos. Tiene 318 puntos de venta en 35 países de todo el mundo con 18 tiendas independientes. Gran parte de ello descansan en las paredes. Un par de botas Trellis recortadas hacen de anfitrionas a una gran entrada entre obras de François Boucher. Espera también lo que viene, una sala vanguardista muestra algunos de los diseños más atrevidos que remiten a una loca película de Almodóvar. Bocetos de puño y letra de Blahnik se esparcen entre el arte.

The West Room, dominada por la Sra. Robinson, un gran retrato de Gainsborough, habla del amor de Blahnik por Gran Bretaña y de las actividades y pasatiempos tradicionales de la nobleza terrateniente, reflejada en zapatos que muestran motivos y cintas naturales: tartán y tweed.

Cada sala explora un tema particular asociado con el trabajo de Blahnik, lo que demuestra su sed de conocimiento y la amplia influencia en sus diseños (The Wallace Collection)
Cada sala explora un tema particular asociado con el trabajo de Blahnik, lo que demuestra su sed de conocimiento y la amplia influencia en sus diseños (The Wallace Collection)

La experiencia no se trata sólo de ver zapatos mientras se ven cuadros, o a la inversa. Sino, más bien, de un recorrido que permite apreciar la interactuación con que los famosos del diseño los exponen en muestras contemporáneas: Dior y Mary Quant en el museo V&A; Balenciaga en el Thyssen-Bornemisza; Pierre Cardin en el Museo de Brooklyn… Una lectura de la forma en la que el arte ha moldeado la industria de la moda. “Cada Manolo es una enseñanza -dice Kristina Blahnik, sobrina y CEO de la marca-. Como lo es cada pintura. Esto es lo que la gente hacía para entretenerse. Es algo de lo que aprender. Se aprende de cada pequeña puntada y pincelada, cada uno es un momento crucial”.

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Fuente: Infobae

Categorías: Noticias

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