Desde el inicio mismo de la pandemia se difundieron distintas mediciones sobre cómo impacta este fenómeno en la opinión pública. Enmarcados en la tradicional “luna de miel” que viven todos los gobiernos en sus primeros meses de gestión y, bajo el efecto conocido como rally ´round the flag que señala que la popularidad y el apoyo de un presidente suelen aumentar cuando se visualiza una amenaza externa, todos los datos publicados coincidían en transmitir un fuerte optimismo general hacia el gobierno. El dilema instalado por el gobierno entre salud y economía parecía haber encontrado eco en la opinión pública que manifestaba preocupación, casi de manera excluyente, por las políticas sanitarias. El optimismo de la ciudadanía se fundamentaba en la efectividad y la pertinencia de las medidas tomadas y en la capacidad del gobierno para enfrentar la situación.

Algunas semanas después, varias encuestas comienzan a mostrar cambios en este humor. La preocupación sobre las consecuencias de la crisis se hace cada vez más aguda, especialmente en lo que tiene que ver con la situación económica personal de los encuestados. De manera más sutil y acompañado por noticias mundiales y locales sobre los crecientes niveles de contagio y muertes, vemos cómo el temor a la masividad y generalización de los infectados comienza a trasladarse hacia el temor al contagio de amigos y familiares, y a la capacidad del sistema de salud.

Las preocupaciones parecen desplazarse desde la necesidad de realizar esfuerzos colectivos hacia las consecuencias personales sobre la salud y la economía. Empieza a observarse cómo el optimismo genérico sobre la gestión del gobierno va cediendo ante las preocupaciones concretas. Es en esta dimensión donde encontramos quizás el mayor predictor de aprobación presidencial en el futuro cercano.

La mayoría de los análisis que vemos estos días en los medios se enfocan en los valores de imagen positiva del presidente y en la aprobación de su gestión. No obstante, si miramos más allá de estas variables e incluimos en nuestro análisis el comportamiento en las redes vemos que la idea de crisis económica está instalada. Cada día se incrementan las consultas relacionadas, a la preocupación por obtener ingresos familiares de emergencia, al dólar, al desempleo, a los despidos, al 2001, al riesgo país o, en mucha menor medida, los saqueos, la inflación o el default. La búsqueda de la palabra “crisis” es mayor ahora que en los últimos cuatro años mientras que la palabra “ANSES” es más buscada en google que la palabra “Facebook”. La preocupación por la economía personal y del país parece ganar terreno frente a la preocupación por el COVID-19 a la hora de analizar las consultas en redes.

Sin intención de comparar dos fuentes de investigación distintas podemos decir que la manera en la que la gente se comporta en las redes refleja lo que piensa, siente y teme expresado en un ámbito de mayor “privacidad” mientras que en las encuestas los encuestados (sobretodo a la hora de evaluar determinada acción) se manifiestan en el plano de lo que creen que es “correcto” decir y sostener. Es importante, entonces, ir más allá del mero registro de los números de aprobación presidencial o imagen positiva de un dirigente e incluir en el análisis distintas variables que puedan dar una idea más certera de la profundidad y volatilidad de esa aprobación.

En qué medida y hasta dónde se profundizará este ciclo descendente de expectativas que muestran todos los estudios publicados sólo lo sabremos con el tiempo. Dependerá de la medida en que las decisiones del gobierno logren alivianar el impacto que lo económico ya está teniendo en la ciudadanía. Es de esperar, no obstante, que asistamos en las próximas semanas a un aumento del malhumor social respecto de cómo se administra esta crisis. Y factiblemente a un impacto negativo en la aprobación del gobierno lo que podrá condicionar aún más las decisiones que éste tome para enfrentar la pandemia.

* Mora Jozami es analista de Opinión Pública

Fuente: Infobae

Categorías: Noticias

x
Abrir Chat
Contactanos
Hola
¿En qué podemos ayudarte?