Hasta diciembre del año pasado, cuando se lanzó en el Teatro Metro de Montevideo y sorprendió a sus rivales del Partido Nacional (donde el favorito es Luis Lacalle Pou) el empresario Juan Sartori, de 38 años, era más conocido como financista exitoso y dueño de 150.000 hectáreas y 85.000 cabezas de ganado en Uruguay. Y por estar casado con Ekaterina Rybolovlev, hija de un oscuro magnate ruso, Dmitri Rybolovlev, dueño del club de fútbol Mónaco y con una fortuna estimada en 8.500 millones de dólares, según la revista Forbes. Pero ahora, ya instalado en la recta final de las internas de cara a las presidenciales de octubre, Sartori puede decir que logró lo que buscaba: que muchos hablen de él y que casi todos en Uruguay lo conozcan.

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Según una detallada nota del diario El País de Montevideo, los sondeos digan que “entre el 60% y el 70% efectivamente hoy conoce a Juan Sartori”, luego de haber desarrollado una campaña “rara, o distinta, porque no solo lo conocen, sino que entre quienes dicen que votarán en la interna blanca hay entre 14% y 17% que lo eligen”.

En un mano a mano con el pre candidato a presidente del Partido Nacional –los otros con posibilidades son Luis Lacalle Pou (hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle) y Jorge Larrañaga– el diario se pregunta: ¿Cómo lo hizo? ¿Cómo logró este posicionamiento en tan solo tres meses? ¿Es todo en base a su fortuna, o hay más?

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“La historia –cuenta El País de Montevideo– arranca hace dos años aproximadamente, de la visión del coronel retirado y empresario Óscar Costa, socio de Sartori, y el político fuera de actividad Alem García, diputado por el Partido Nacional en tres períodos. Entusiasmaron a Sartori con la idea de candidatearse, y ellos fueron eligiendo a quién sumar. Fue Costa quien le presentó a Pablo Viana, un abogado y empresario de 29 años que se volvería clave; también fue Costa quien incluyó a Noelia Franco, una conocida gestora de prensa que trabajó con Luis Alberto Lacalle y Verónica Alonso, pero que estaba alejada de lo electoral”.

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El diario relata que Sartori montó una estrategia en tres partes. Una, inundar los medios de la pregunta ¿vos sabés quién es Juan Sartori? Dos, dedicar dos semanas a recorrer el país preguntando a la gente si le parecía “bueno o malo” que se postulara a la presidencia y, por último, armar una estrategia de campaña que se llamó “Juan escucha”.

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“Era necesaria. Teníamos que saber cuáles eran los problemas a resolver. Yo veo la política así: totalmente pragmática, sin ideología, sin nada”, explica Sartori a El País. Sartori admite que no sabía ni sabe de campañas, y que “mejor no saber mucho, porque ahí entramos en los vicios”. Pero mientras él insiste con que “la política es empatía” y poco más, su jefe de campaña, Pablo Viana, revela un bagaje bastante mayor. Conoce de primera mano las campañas de Donald Trump , del Partido Acción Nacional de México, de Sebastián Piñera en Chile y de Mauricio Macri en Argentina. En todas ellas participó como voluntario en las jornadas de votación. 

PB

Categorías: Noticias

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