El ex embajador argentino en Brasil, Juan Pablo Lolhé
El ex embajador argentino en Brasil, Juan Pablo Lolhé

El ex embajador argentino en Brasil Juan Pablo Lolhé consideró que “es un riesgo político, económico y sanitario que la Argentina y Brasil hoy tengan sus relaciones congeladas en medio de la pandemia del coronavirus”.

Lolhé es un embajador de carrera diplomática con amplia experiencia en situaciones de crisis y por eso su voz resulta ser un llamado de atención en el actual contexto de enfrentamiento político y diferencias que tienen los presidentes Alberto Fernández y Jair Bolsonaro.

En este sentido, el ex embajador en Brasil durante la presidencia de Lula Da Silva expresó a Infobae que “la relación nula o congelada que hay hoy entre Brasil y Argentina se debe a una mirada corta de un lado y de otro”. Pero de inmediato acotó sin vueltas: “Esto hay que corregirlo. Si no lo hacen los oficialismos debería existir una señal que promueva este cambio”.

Desde su casa en Martínez donde pasa la cuarentena junto con su esposa, el ex embajador en Brasil, la OEA y España destacó también que “la Argentina no está en condiciones políticas y económicas hoy de mirar el mundo con un solo ojo. Hay que mirar con más de un ojo, incluso con otro ojo estratégico”. Y apuntó así a los alineamientos que tiene el gobierno con China y sus socios.

-¿Cómo ve la situación de Brasil y Argentina en este momento de crisis sanitaria?

-En primer lugar veo que son países muy diferentes. En Brasil hay 220 millones de habitantes y aquí somos 45 millones. Y hay una conformación étnica y cultural muy diferente. Así observo que no es lo mismo diagramar una política sanitaria de emergencia para 220 millones que de 45 millones. A la vez se ve que en Brasil no hay una unidad política ante la emergencia entre diferentes estamentos del gobierno. Esto se demuestra con la renuncia del ministro de Salud. En Argentina hay una estructura de país con un frente común con especialistas que asesoran al presidente y siguen la línea nacional. Esa línea fijada por el comité cívico y científico fue la estrategia que siguió adelante el presidente. Ante dos realidades diferentes entre ambos países pero es lamentable que por diferencia políticas no haya comunicación, ni un ida y vuelta. Cuando se hacen reuniones entre los vecinos algunos de los dos, sea Brasil o Argentina no participan por diferencias con Venezuela, por afinidades que no se dan. Este es un déficit enorme de los dos países. Pero creo que ninguno de los dos países se merecen este défict de vínculos en un momento de emergencia como el que estamos viviendo.

-¿Cuales son los riesgos reales de esta falta de relación en medio de la pandemia?

-Creo que cuando uno tiene una frontera seca como la que tenemos con Brasil es un tema grave porque los virus los traen las personas que se trasladan y si uno toma los últimos registros hay entre 10.000 y 12.000 argentinos y brasileros en cada lugar. En este momento más allá de que las fronteras puedan estar cerradas pueden existir interferencias no previstas que impida controles y se provoquen contagios fuera de las previsiones. Pero no es sólo eso. En momentos difíciles como el que estamos si no tenemos socios estratégicos como históricamente lo fueron Brasil y Argentina o si hay las relaciones están congeladas como las que hoy se ven eso se transforma en un déficit importante no solo para Brasil o Argentina sino para la comunidad de países de América del Sur. Esto se nota. Esto se debe a una mirada corta de un lado y de otro. Esto hay que corregirlo. Si no lo hacen los oficialismos debería existir una señal que promueva este cambio.

-¿Hoy ve una situación nula de acción en el Mercosur ante la pandemia en que podrían ser políticas de contención social o sanitaria?

-Durante muchos años tuvimos una articulación entre los países en el Mercosur con temas como la salud. Hoy no se ve una relación institucional que vaya más allá de los ministros. Es cierto que hubo reuniones de los presidentes de las Cámaras de Diputados de Brasil y Argentina pero eso no alcanza. Detrás de ello debería existir líneas medias que fomenten el vínculo para este tipos de crisis. En Chaco, Misiones o Corrientes que son colindantes con Brasil no hay tampoco un vínculo estrecho que deberían tener con el vecino país por su cercanía. Es que cuando las cabezas no se juntan los brazos no se abrazan.

-¿Esto se percibe sólo con Brasil o se ve también que hay un alineamiento con China en detrimento de Estados Unidos generando una ideologización de la pandemia?

-Si es así creo que es una percepción equivocada de cómo se deben establecer relaciones entre los países. La Argentina no está en condiciones políticas y económicas hoy de mirar el mundo con un solo ojo. Hay que mirar con más de un ojo, incluso otro ojo estratégico.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (UESLEI MARCELINO/)

-¿Pero cree entonces que hay una definición ideológica en los alineamientos diplomáticos actuales?

-En los documentos previos a las elecciones Unión Ciudadana y el Instituto Patria privilegiaban la relación con China, Rusia, Irán y sus socios en detrimento de países más continentales como Canadá, Estados Unidos, Brasil y otros. Había una definición clara en ello. Eso se morigeró posteriormente. Algunos referentes del grupo Patria hicieron un discurso proactivo con Occidente pero me parece que hay una línea del gobierno que efectivamente tiene una acción estratégica por China. Esta es una realidad compleja. Mi impresión no es que todo el gobierno esté plenamente con esta línea de mirar el mundo con un solo ojo.

-Pregunto esto porque desde el discurso del Presidente se plantea cierta crítica hacia Estados Unidos y otros países que en la pandemia privilegiaron más la economía a la salud…

-Creo que eso tiene que ver porque Argentina esta en una especulación doble. Argentina debe negociar la deuda externa donde el mayor actor de esa negociación es Estados Unidos y los fondos. En eso estamos. De ver si estamos en un default o en una negociación a largo plazo. Pero a la vez hay una especulación en que se dice si no nos entendemos con los americanos vamos con los chinos y eso nunca es tan fácil. Tampoco los chinos regalan plata y los americanos tampoco. Pero China que hace política en la región es algo visible. Las donaciones chinas privilegian no sólo la salud sino los intereses de China por las represas, que haya un endeudamiento por la construcción de una central nuclear con 9.000 millones de dólares, también privilegian los negocios. Es que China hoy tiene una economía de mercado y a la vez centralizada estatal. En Argentina están estas especulaciones. Eso ocurrió antes en la historia argentina con un alineamiento con Gran Bretaña o Estados Unidos. Ahora Argentina si quiere seguir viviendo de prestado y subirse al carro chino hay que saber que eso nos va a costar caro. Mucho más caro de lo que uno se imagina.

-¿Y cree que será rentable para Argentina alinearse tanto con China?

-No hace falta más que leer la historia de China. En esta disputa entre Occidente y China hay un tema central que el coronavirus se inicia en China y se tarda más de un mes y medio en cerrar las fronteras para evitar infectar a regiones occidentales. Lo curioso es que hoy los grandes centros de infectados son Nueva York y las capitales europeas. Creo que va a haber un costo chino de la pandemia. Es que en Occidente puede haber errores o falta de planificación pero aun se manejan espacios de libertad ciudadana que son tanto o más importantes que lo que hace China. Lo que Occidente no va a lograr es que China deje de avanzar pero tampoco China va poder desconocer los ámbitos de libertad.

-¿Es casual en este marco el alineamiento con Cuba y el pedido para traer 200 médicos cubanos?

-Es que Cuba desarrolló la medicina como alternativa. Ese es un recurso de la política exterior cubana que la Argentina accede. Pero hay lugares como en Italia se les pide a los médicos cubanas que se retiren.

-Para cerrar, ¿entonces cree que hay un gran riesgo por la falta de vinculación de Brasil y Argentina desde el punto de vista económico también?

-Desde el punto de vista económico es muy grave pero también desde el punto de vista de la salud y la política. Es muy raro esto que está pasando. Entiendo que Alberto Fernández o la vicepresidenta tenga mejor relación con Lula. Pero fue el mismo Lula que dijo que no venía a la asunción si no venía el presidente.

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Fuente: Infobae

Categorías: Noticias

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