El ministro de Justicia de Paraguay, Julio Javier Ríos, anunció este lunes la destitución del director del penal de San Pedro del Ycuamandyyu y del de Establecimientos Penitenciarios tras los motines registrados este domingo en dos cárceles que dejaron 10 muertos y 17 heridos.
Ríos tomó esta decisión como consecuencia de la “permisividad que otorgaba el director del penal (Wilfrido Quintana)” y de las irregularidades administrativas que se registraban en el centro de reclusión.
El ministro citó en su comparecencia ante los medios la existencia de una supuesta granja que no contaba con la autorización de las autoridades, si bien algunas de estas están reconocidas por el Ministerio para que las personas en situación de semilibertad realicen actividades de reinserción.
También señaló que algunos de los reclusos vivían en un inmueble fuera de la penitenciaría.
Ríos reconoció que su despacho contaba con información de la disputa existente entre la banda brasileña Primer Comando Capital (PCC) y el Clan Rotela por el control del tráfico de drogas en el departamento Central del país.
No obstante, eso no impidió que el domingo los presos de ambos grupos llevaran la lucha de poder al penal de San Pedro del Ycuamandyyu y que el enfrentamiento se saldara con diez fallecidos, de los cuales seis murieron decapitados, tres calcinados y uno asesinado con un arma blanca.
Además la riña dejó nueve heridos, de los que solo dos contaban con condena, mientras que el resto estaban procesados, una situación frecuente en las cárceles del país a causa del abuso de la prisión preventiva.
Al conocerse el motín de San Pedro, las autoridades carcelarias temieron un levantamiento similar en la cárcel de Tacumbú, en Asunción, donde se encuentran presos algunos cabecillas del Clan Rotela.
Sin embargo, la decisión de trasladar a los miembros de ese grupo a otras penitenciarías próximas solo provocó la reacción de los presos, que intentaron dos nuevos motines.
El primero fracasó a causa del escaso respaldo de los reos, pero el segundo se prolongó durante algunas horas e incluyó quema de colchones, lo que obligó a intervenir al personal penitenciario, a la Policía Nacional y a los bomberos que controlaron la situación antes de la medianoche, según señaló el Ministerio de Justicia.
La refriega de Tacumbú dejó ocho heridos, según las cifras proporcionadas por el Ministerio de Justicia.
El ministro expresó su preocupación por el riesgo existente por la presencia de cerca de 400 presos del PCC en cárceles de Paraguay.
Sobre esta situación también se pronunció este lunes el ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, que evidenció la falta de cárceles de alta seguridad en el país para poder recluir a personas relacionadas con bandas criminales, como pueden ser los casos del PCC o del también brasileño Comando Vermelho.
Villamayor anunció que Paraguay va a “echar a todos los que tengan causas pendientes en Brasil”.
Las autoridades incrementaron su política de expulsiones a partir de noviembre de 2018 después de que el narcotraficante brasileño Marcelo Pinheiro, alias “Piloto”, del Comando Vermelho, asesinara a una mujer que le visitó en su celda con el fin de evitar su extradición a Brasil.
También expulsó a Brasil a cabecillas del PCC, como Thiago Ximenez, alias “Matrix”, detenido en marzo pasado tras fugarse de un cuartel de Asunción, o a otros tres miembros de la misma banda que habían escapado el año pasado.
Con información de EFE
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