En los alrededores de la Bombonera ya colgaron un pasacalle: “Bienvenido a la popular República de La Boca. La mitad + 1 te está esperando. Esto es Boca”. El destinatario es Daniele De Rossi, que se convertió en refuerzo del equipo xeneize en las próximas horas. Arribó a Ezeiza en el vuelo AZ 680 de Alitalia a las 6:30 de la mañana y se pondrá a tono con la agenda azul y oro.
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El mediocampista que se consagró con su seleccionado nacional en el Mundial de Alemania 2006 disfrutó de los últimos instantes en su tierra natal con amigos y familia antes de volar desde el aeropuerto de Fiumicino hacia Argentina. Antes de embarcar remarcó la gran emoción que le generaba jugar en la Ribera y no quiso adelantar más palabras, preservándolas para la presentación de mañana viernes al mediodía.
Algunos emisarios boquenses lo recibirán en el aeropuerto de Ezeiza, donde no tomará contacto con la prensa (disposición de la secretaría técnica comandada por Nicolás Burdisso), y será acompañado a una clínica situada en el centro porteño para realizarse los chequeos y estudios médicos corespondientes. De Rossi firmará un contrato que lo ligará a Boca durante un año y tendrá dos cláusulas de salida: una en diciembre y otra en marzo. En principio, la idea es que complete su participación en Superliga que acaba en febrero.
Al margen de la pancarta que lo espera en el barrio de La Boca, a De Rossi le envió un saludo emotivo Diego Maradona, justo antes de ser operado de una rodilla. El Diez fue uno de los motivos por los que el italiano se enamoró del club argentino.
Si bien se estuvo entrenando de manera particular en las últimas semanas (se exhibió en las redes sociales trotando con Francesco Totti), no es un dato menor que su última presentación oficial con la Roma fue el 26 de mayo por la Serie A. Gustavo Alfaro sabe que lo tendrá que poner a punto y su condición será un reto para Sergio Chiarelli, preparador físico. No obstante, sus allegados anuncian que goza de un estado privilegiado y se adaptará en lo inmediato. “Es un volante central que, con otras características, juega donde está Marcone. Hay que ajustarlo físicamente para que esté disponible lo antes posible”, declaró el DT tras el triunfo de Boca en Brasil.
El plantel xeneize regresó al país después de disputar la ida de los octavos de final ante Atlético Paranaense en Curitiba y esta tarde se reencontrará en Casa Amarilla para comenzar con los preparativos de cara al duelo del domingo, por la primera jornada de la Superliga, frente a Huracán (a partir de las 20 en la Bombonera).
De Rossi se encontrará con Burdisso (ex compañero de equipo en la Roma) y Christian Gribaudo (secretario general), conocerá a sus nuevos compañeros en la práctica vespertina de hoy (arrancará alrededor de las 15) y luego de calzarse la indumentaria azul y oro firmará su vínculo formalmente.
Importante: no será considerado por el técnico para este fin de semana. Como no fue inscripto en la lista de buena fe para los octavos de final de la Copa Libertadores, tampoco podrá ser convocado el miércoles próximo en la revancha ante Paranaense (en caso de que Boca se clasifique a cuartos, sí será una de las dos modificaciones en la nómina). Recién podría sumar minutos frente a Patronato el domingo 4 de agosto en Paraná, por la segunda fecha de la Superliga, aunque casi con seguridad será preservado para la tercera con Aldosivi (en la Bombonera) o para el martes 13 frente a Almagro por Copa Argentina.
Desde la cúpula dirigencial de Boca tienen bien claro que una figura de talla mundial como De Rossi imantará todas las miradas y flashes. De hecho fue el propio Burdisso quien tomó las riendas de las negociaciones y lo convenció de dejar la capital italiana para mudarse a La Boca. Pero en la entidad xeneize no pierden de vista que están en medio de la competencia predilecta por excelencia e intentarán no perder de foco los próximos compromisos.
“Es un grandísimo jugador pero no vamos a sobreactuar”, le adelantó a Infobae una fuente importante del club. En Boca no quieren hacer una de más, son respetuosos de la actualidad deportiva del equipo y de lo que está en juego. Incluso se llegó a barajar la idea de abrir la Bombonera para que la gente cobije a De Rossi, aunque esa opción finalmente fue descartada.
La personalidad del protagonista es algo que ayudará a mantener el perfil lo más bajo posible pese a sus pergaminos como futbolista. “No es vendehumo, viene a ganarse a la gente en la cancha. Es muy trabajador y de espíritu amateur, eso explica por qué estuvo siempre en la Roma”, esgrimieron desde los pasillos de la Bombonera.
Lo cierto es que mañana el Salón Filiberto explotará cuando se oiga la tonada italiana de la nueva estrella por primera vez con la insignia de Boca.
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