Michael Jacskon  (Alan Davidson/Shutterstock)
Michael Jacskon  (Alan Davidson/Shutterstock)

Supongamos que esta crónica empieza como una película.

En la primera escena aparece Michael Jackson, que está grabando su nuevo comercial para Pepsi en el Shrine Auditorium de Los Ángeles. 3.000 extras deliran de entusiasmo mientras el astro baja por una escalera, en medio de un espectáculo de pirotecnia.

De repente, algo sale mal. Se escucha una explosión. Una chispa cae sobre el pelo de “Jacko”. En pocos segundos, las llamas le cubren la cabeza y parte del cuerpo. Varios ayudantes se abalanzan sobre él para socorrerle y apagar el fuego.

Pocos minutos después, en el Brotman Medical Center, los médicos comprobaron que había sufrido heridas y quemaduras de segundo grado. En las semanas siguientes, para acelerar su recuperación, Michael Jackson fue tratado en una cámara hiperbárica.

Jackson vendado después de que parte de su pelo se prendiera fuego mientras grababa una publicidad
Jackson vendado después de que parte de su pelo se prendiera fuego mientras grababa una publicidad

Corte de cámara, segunda escena.

Media docena de imponentes autos negros llega a la puerta del Hospital Clínico Central de Kuntsevo, el famoso Hospital del Kremlin, en las afueras de Moscú. La caravana de los ZIL-114 blindados se acerca lentamente a la entrada principal, donde los agentes de seguridad ya han preparado el operativo para que el hombre más importante del país ingrese sin demoras.

Se trata del protocolo del Politburó, que se repite sistemáticamente. ¿Quién es el paciente? ¿Leonid Brézhnev? ¿Yuri Andropov? ¿Konstantin Chernenko? Podría ser cualquiera de ellos, todos son mayores de 70 años. Porque con los ancianos jerarcas de la URSS se utilizó el arma política secreta para mantenerlos en un estado de salud funcional: la medicina hiperbárica.

El Kun Agüero lesionado
El Kun Agüero lesionado

Ahora, la imagen muestra el Estadio Beira Río, de Porto Alegre.

Miércoles 25 de junio de 2014. Se está disputando el Campeonato Mundial de Fútbol. Por el grupo F juegan Argentina y Nigeria. A los 37 minutos del primer tiempo, Sergio Agüero sale lesionado.

El parte oficial de la AFA dice “desgarro grado uno en el bíceps femoral izquierdo”. Y los diarios aseguran que se perderá el resto del Mundial. Sin embargo, el miércoles 9 de julio el Kun juega la semifinal con Holanda en el Arena Corinthians de San Pablo y anota uno de los penales con los que la selección nacional gana 4 a 2 y pasa a semifinales.

En 14 días se recuperó. Su contextura física, su voluntad y la buena suerte contribuyeron. Y además, la cámara hiperbárica en la que siguió el tratamiento.

El trágico incendio en Cromañón (AFP)
El trágico incendio en Cromañón (AFP)

Una escena más. Esta es tremenda, cruda, dolorosa.

Primeras horas del fatídico 31 de diciembre de 2005. Petardos, candelas, bengalas. El incendio de Cromañón enluta al país. La combinación letal de gases provocó 194 muertos y 1432 heridos.

La cruel estadística pudo haber sido más espantosa aún. Por suerte, un puñado de jóvenes salvó su vida porque fue derivado a centros especializados en oxigenoterapia hiperbárica.

¿Y qué es la cámara hiperbárica? ¿Qué tipo de medicina es la que vincula a Michael Jackson, la vieja guardia del Kremlin, el Kun Agüero y la tragedia de Cromañón?

Empecemos a buscar definiciones:

“La cámara hiperbárica moderna es un recinto cerrado, dentro del cual se respira oxígeno puro, a la vez que todo el cuerpo está sometido a una presión mayor que la atmosférica”.

¿Y cómo es una cámara hiperbárica (híper=mayor, bar=presión) en su forma? Algunas son pequeñas, las monoplazas -similares a un pulmotor- que sirven para un solo paciente, y otras son multiplaza, tienen dimensiones mucho mayores -como un vagón- y permiten el tratamiento simultáneo de varias personas.

Ahora que tomo nota de las múltiples propiedades terapéuticas del oxígeno, evoco lo que me dijo el gran pintor Vicente Forte, siempre alegre y entusiasta, cuando en 1967 expuso en la Galería Rubbers y le hice una nota para Noticiero 13:

– ¡¡¡La respiración, viejo, la respiración!!!… Eso es la base del arte, de la pintura, de todo…

A su vez, en el libro La cámara hiperbárica: ciencia, no milagro la doctora rusa Nina Subbotina lo cuenta con rigor científico:

El oxigeno es el gas de la vida. No podemos tolerar ni cinco minutos sin oxígeno. La sangre transporta el oxígeno desde los pulmones a todo el cuerpo en dos formas: unido a la hemoglobina (proteína principal de los glóbulos rojos) y disuelto en el plasma (parte líquida de la sangre). Hoy en día sabemos que el oxígeno no es solamente una sustancia para respirar y producir energía, sino que tiene otras funciones, en particular ayudar a los glóbulos blancos a aniquilar las bacterias, protegiéndonos contra las infecciones. El oxígeno puede resucitar enfermos graves. Los éxitos deportivos son logrados por aquellos que utilizan mejor el oxígeno para producir energía en sus músculos.

La doctora rusa Nina Subbotina dice: “El oxígeno es el gas de la vida vida” (Franco Fafasuli)
La doctora rusa Nina Subbotina dice: “El oxígeno es el gas de la vida vida” (Franco Fafasuli)

De acuerdo a sus divulgadores, la terapia hiperbárica está indicada para:

* Embolia gaseosa o aérea
* Intoxicación por monóxido de carbono, inhalación de humo, intoxicación combinada por monóxido de carbono y cianuro
* Pie diabético y retrasos en cicatrización
* Insuficiencias arteriales
* Traumatismo severo
* Injertos y colgajos de piel comprometidos
* Lesiones tardías por radiación
* Infecciones anaeróbicas y mixtas
* Osteomielitis crónica refractaria
* Anemia aguda excepcional (rechazo de transfusión por diferentes motivos)
* Lesiones por agentes físicos: congelamiento y quemaduras
* Sordera súbita neurosensorial
* Fibromialgia
* Enfermedad por descompresión (por ejemplo, una lesión de buceo)

Esta última referencia tuvo una temprana manifestación en Argentina, cuando en la Base Naval de Mar del Plata comenzó a utilizarse la cámara hiperbárica para que los buzos pudieran regresar a la superficie sin riesgos para su salud. Como se ha estudiado desde hace muchos años, una paulatina descompresión evita la aparición de burbujas de nitrógeno en el torrente sanguíneo, hasta que se eliminan completamente.

En las décadas del 60 y del 70 otros centros asistenciales utilizaron la medicina hiperbárica en el país. Entre los pioneros se destacaron los doctores Calori, Wilkinson y Rosasco, que utilizaban esta terapia para mejorar la calidad de vida de los enfermos de lepra lepromatosa en el Hospital Baldomero Sommer, popularmente conocido como el leprosario de General Rodríguez. Por su parte, el doctor Guillermo Spirito aplicó esta terapia en pacientes del Hospital Pirovano de Buenos Aires entre 1970 y 1977, para luego hacer lo mismo en el Hospital Británico. Considerado uno de los maestros de la especialidad, en 1976 recibió el premio de la Academia Nacional de Medicina por su trabajo “Tratamiento de la Gangrena Gaseosa con Oxígeno Hiperbárico”.

Una cámara hiperbárica como la que usa Cristiano Ronaldo
Una cámara hiperbárica como la que usa Cristiano Ronaldo

A lo largo de los años, los descubrimientos se sucedieron en distintos lugares del mundo.

En 1959, en el Hospital Wilhelmina Gasthius, de Amsterdam, se construyó una gigantesca cámara de acero, en cuyo interior fue instalado un quirófano de 3, 5 por 5, 5 metros, en el que la hiperpresión a 3 atmósferas se lograba en 12 minutos. A las pocas semanas comenzaron a hacerse operaciones bajo hiperbaria en niños que presentaban cardiopatías congénitas. Poco después, el 25 de octubre de 1960 el doctor Ite Boerema, del Hospital Wilhelmina trató allí mismo al primer paciente con gangrena gaseosa en una cámara hiperbárica, sumándose a la aplicación tradicional de los antibióticos y la cirugía.

En la antigua Unión Soviética el prestigioso doctor Níkolai Amosov fue impulsor de este tratamiento y el doctor Boris Petrovsky, otro cardiocirujano muy famoso y al mismo tiempo Ministro de Salud Pública de URSS lo respaldó oficialmente. En 1974 fue inaugurado el Barocentro de Moscú, con un complejo de seis cámaras multiplaza dentro del Instituto Científico de Cirugía Clínica y Experimental. El discípulo de Petrovsky, Serguei Yefuni, fue Director de este Centro durante más de 20 años y aportó mucho para el desarrollo de la medicina hiperbárica. En el Barocentro de Moscú, que se considera el mayor centro de medicina hiperbárica del mundo, entre 1974 y 1990 fueron realizadas más de 1000 cirugías cardíacas y vasculares.

En algunos casos las experiencias y los avances se produjeron de manera simultánea y sin que hubiese comunicación directa entre los científicos.

Pero también hubo desarrollos que nacieron de la afinidad política. Eso ocurrió en Cuba, donde el profesor Manuel Castellanos tuvo una marcada importancia en el crecimiento de la medicina hiperbárica, manteniendo un fluido contacto con sus colegas soviéticos.

En esta reseña, es imprescindible mencionar al brasileño Álvaro Ozório de Almeida. Dejemos que lo haga, con una emoción que contagia, su compatriota y colega Tomáz Brito:

-Álvaro Ozório de Almeida fue el primer médico hiperbárico de las Américas y condujo investigaciones revolucionarias para su época, dando inicio a tratamientos que sólo 10 años más tarde fueron adoptados en EEUU y Europa. Esto fue en 1938 en el entonces recién inaugurado Hospital Gaffrée y Guinle. Él trató en cámara hiperbárica, con éxito, la lepra y la gangrena cuando no había en el mundo otra opción de tratamiento. Sus trabajos han sido publicados en portugués, Inglés, francés y alemán y son referencia aún hoy. Su cámara hiperbárica fue la primera construida en el continente americano y con ella trató a muchas personas hasta su fallecimiento en 1952. Albert Einstein y Marie Curie pidieron visitar su laboratorio cuando estuvieron en Río de Janeiro.

La boxeadora Yesica Bopp se somete a la medicina hiperbárica para mitigar los goples luego de las peleas
La boxeadora Yesica Bopp se somete a la medicina hiperbárica para mitigar los goples luego de las peleas

Lo ratifica la doctora Nina Subbotina, con un castellano perfumado de acento eslavo:

-Muy adelante “de resto de planeta” va América del Sur…

Ella -por su parte- nació en Kazán, la misma ciudad de la que era originaria Gala, la esposa de Salvador Dalí:

-Estábamos a 800 kilómetros de Moscú, adonde nos mudamos cuando yo estaba por cumplir los 7 años. Mi mamá era bioquímica, mi papá era biólogo. Mi abuelo fue un gran especialista en geofísica. Nací y crecí en un ambiente científico.

Quizás por eso su carrera de estudiante fue brillante:

-Fui medalla de oro en el colegio secundario. Y cuando hice la carrera de medicina en la primera universidad estatal de Moscú me recibí con diploma rojo.

En la época de la Unión Soviética, cuando Nina terminó la facultad, el diploma rojo era una distinción a la excelencia académica y se entregaba a los mejores graduados de cada promoción. Esos merecimientos le permitieron ingresar al Centro de Medicina Hiperbárica de Moscú como discípula del doctor Serguei Yefuni:

-Él fue mi mentor, mi maestro en todo lo que es medicina hiperbárica.

En 1983 ingresó al Departamento Científico del Instituto Nacional de Información Médica, Ministerio de Salud de la URSS, donde alcanzó el cargo de Directora. De todas maneras, cuando vino a vivir a la Argentina en 1988 tuvo que revalidar su título:

-Primero rendí 6 exámenes de la secundaria y luego 7 por la facultad. El problema fue que en los papeles de la secundaria tenía mi apellido de soltera y en los de la universidad el de casada. Eso me llevó varios años, hasta que un juzgado resolvió el asunto con los documentos en la mano.

Finalmente, en septiembre de 1996 obtuvo su diploma de médica argentina.

A esa altura, con una formación de altísimo nivel, inició su actividad profesional en la Argentina:

-Primero me uní al equipo del doctor Jorge Pisarello, en el Sanatorio Modelo de Quilmes. Y luego comencé a trabajar en el Centro de Medicina Hiperbárica de Buenos Aires, donde llevo casi 25 años. Puse el alma en este lugar. Escribí varios libros, soy docente universitaria.

Muy actualizada, habla con admiración de los adelantos de Israel en materia de medicina hiperbárica:

-El doctor Shai Efrati, de la Universidad de Tel Aviv, se especializa en el uso del oxígeno para combatir la fibromialgia, que es el síndrome del dolor crónico. Él ha dicho que el 70 por ciento de los pacientes podría recuperarse.

Erica “La Pantera” Farías recibe tratamiento con medicina hiperbárica luego de las peleas
Erica “La Pantera” Farías recibe tratamiento con medicina hiperbárica luego de las peleas

Como ocurre con las diferentes novedades que ofrece la investigación científica y su consecuente aplicación en los tratamientos médicos, la oxigenoterapia puede convertirse en un nuevo mito. Frente a esta objeción, la doctora Subbotina no vacila:

-La medicina hiperbárica es ciencia, no milagro. Esto no es una religión, no se trata de creer. Hay que tener los datos que permiten verificar la evolución del paciente. En algunos casos podemos salvar su vida, en otros mejoramos su calidad de vida.

Esa rigurosa consigna permite evocar muchos casos de recuperación en pacientes diversos: diabéticos, con gangrena, afectados por necrosis después de la radiación en casos de cáncer o con traumatismos graves.

El secreto profesional de la médica y la discreción de quien escribe resguardan la identidad de quienes aparecen en detallados informes, con el registro fotográfico de su evolución. Pero no hay objeciones cuando se trata de personas que hacen pública su aplicación de la oxigenoterapia:

-Los deportistas tienen lesiones, desgarros, traumas. Necesitan la cámara hiperbárica con presiones altas, entre 2 y 3 atmósferas absolutas. Aquí vienen muchos boxeadores. Ellos reciben muchos golpes, se les hacen moretones internos, después de una pelea están llenos de lesiones. Hemos recibido con mucho cariño a varias campeonas. Érica Farías, “La Pantera”. También Yesica Bopp. Luego del tratamiento se sienten muchísimo mejor.

Los traumatismos graves constituyen una de las mayores amenazas de la vida moderna. Y la cantidad de víctimas crece año tras año. La doctora Subottina cree que la medicina hiperbárica podría ser muy útil para ese sector de la población:

Algunos autores hablan de la “epidemia” de traumatismos. El trauma es la tercera causa de muerte en los Estados Unidos y la primera en menores de 44 años. En nuestro país no tenemos estadísticas tan precisas, pero sabemos qué riesgos se corren diariamente en el tránsito. Las heridas más graves son por aplastamiento, lo que se llama “crush-sindrome”. Piense en los accidentes laborales. Los hospitales podrían beneficiarse muchísimo contando con cámaras, para recuperar tejidos dañados a los que no les llega suficiente cantidad de sangre y en consecuencia de oxígeno. Y además se controlarían las infecciones.

“Desde que se supo que Madonna se trataba con oxigenoterapia para mantenerse joven, se multiplicaron las consultas de pacientes a los que en realidad deberíamos llamar clientes, porque no tienen una patología establecida”, dice Subbotina (Backgrid/The Grosby Group)
“Desde que se supo que Madonna se trataba con oxigenoterapia para mantenerse joven, se multiplicaron las consultas de pacientes a los que en realidad deberíamos llamar clientes, porque no tienen una patología establecida”, dice Subbotina (Backgrid/The Grosby Group)

La medicina hiperbárica sigue desarrollándose en Argentina. Se estima que hay 20 cámaras reconocidas por la Sociedad Argentina de MH y otras 30 que aún no están comprendidas en esa aceptación protocolar. En general se objetan algunas unidades que aplican menor cantidad de oxígeno:

-Nosotros aplicamos el oxígeno como un medicamento, con determinadas dosis, con cierto intervalo y con determinada periodicidad. Trabajamos con 2 atmósferas absolutas y llegamos a 3, en sesiones de una hora o 90 minutos. Han aparecido equipos que trabajan a 1, 3. Si 1 es la presión a nivel del mar, opinamos que ese remanente de 3 décimos no llega a la dosis terapéutica.

Más allá de esta polémica, la venta de las cámaras hiperbáricas portátiles se ha extendido. Se habla de figuras populares que las han comprado y las usan en su casa. Cantantes pop, deportistas, periodistas, personajes de la farándula parecen haber encontrado en la oxigenación una herramienta para mejorar su apariencia y hasta para combatir el envejecimiento.

Cuando le preguntamos a la doctora Subbotina sobre este aspecto, nos confiesa:

-Desde que se supo que Madonna se trataba con oxigenoterapia para mantenerse joven, se multiplicaron las consultas de pacientes a los que en realidad deberíamos llamar clientes, porque no tienen una patología establecida. Generalmente ocupan altos cargos, trabajan mucho en un ambiente de estrés y quieren mejorar su rendimiento, su ánimo y también su potencia física.

-¿Lo logran?

-Depende de cada caso. Algunos, con sesiones en cámara hiperbárica tienen un bienestar general.

El cronista conoce el caso de un empresario que sin tener ninguna dolencia, asistió sistemáticamente a las sesiones de oxigenoterapia. Casi centenario, su aspecto era el de un hombre tres décadas menor ¿Consecuencia de la cámara hiperbárica?

-No creo. Eso puede ser simplemente genético. Yo misma estuve en la cámara dos veces, para recuperarme de un par de fracturas, para acelerar el proceso de recuperación. Sentí una sensación general favorable, pero no me quitó ninguna arruga. El que entra arrugado no va a salir sin arrugas.

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Fuente: Infobae

Categorías: Noticias

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