La derrota en Brasil ante Atlético Paranaense 3-0 fue el cachetazo a tiempo que permite la fase de grupos. Al menos así lo vivieron los jugadores de Boca, que deberán dar vuelta la página y enderezar el rumbo esta noche cuando desde las 21.30 reciban a Jorge Wilstermann.
El equipo de Gustavo Alfaro es consciente de que debe sacar los seis puntos que le restan disputar como local (esta noche y frente a Atlético Paranaense) para avanzar sin sufrimiento a octavos de final de la Libertadores.
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Pensando en el equipo que saldrá a la cancha, el DT tiene a disposición a sus mejores piezas, con la excepción del delantero Ramón Abila, que se recupera de un desgarro, y de los mediocampistas Agustín Almendra (golpe en tobillo) y Jorman Campuzano (esguince de rodilla).
A pesar de la buena actuación de Mauro Zárate el sábado en Mar del Plata ante Aldosivi, Alfaro optará por dejar al ex hombre de Vélez en el banco y su lugar seguirá siendo ocupado por Emmanuel Reynoso.
En un momento, Alfaro había practicado sólo con un mediocampista de marca como Iván Marcone, con Reynoso y con Zárate en cancha. Al final, se inclinó por excluir a Mauro y por sostener entre los titulares a Nahitan Nandez, dándole mayor consistencia en la marca a la mitad de la cancha. Esta decisión ratifica, además, la titularidad de Carlos Tevez, por quien también podría haber ingresado Zárate.
A su vez, Cristian Pavón arrancará en el banco de suplentes. Por la banda buscará desequilibrar el colombiano Sebastián Villa. Y de 9, esperando que lo alimenten, estará Darío Benedetto.
Boca comenzó la Copa Libertadores con un pálido 0-0 en Bolivia ante Wilstermann. Luego venció cómodamente a Deportes Tolima (3-0) en la Bombonera, aunque sufrió en el primer tiempo. Y viene de caer en Brasil ante Paranaense. Ahora no podrá ceder puntos ante el rival más débil del grupo, que tiene 2 puntos, producto de los empates ante Boca y Tolima. En la segunda fecha, perdió con los brasileños.
El equipo boliviano tiene como figura Cristian Pochi Chávez, ex Boca, de gran partido en la ida en Cochabamba. ¿Podrá, a pesar de todas sus limitaciones, dar un batacazo en la Bombonera? ¿O la lógica sabrá imponerse para regalarle a Boca una victoria potente que le permita afirmarse en la Libertadores, una competencia que desde siempre lo obsesiona pero que desde la final perdida contra River en Madrid se le transformó en una carga demasiado pesada?
