En el mundo del fisicoculturismo y de las redes sociales, el colombiano Rafael Kuang Li era una figura reconocida. Practicando la disciplina el joven de origen asiático se había hecho a más de 140 mil seguidores, por eso sorprendió cuando esta semana fue capturado por las autoridades que lo señalan de ser un importante jíbaro en la ciudad de Palmira, en el departamento de Valle del Cauca.
Tras varios meses de investigación y seguimiento de la supuesta promisoria carrera deportiva de Kuang Li, la Policía pudo establecer que detrás de su faceta de influenciador admirado por muchos se escondía el líder de una red que comercializaba drogas sintéticas y marihuana en esa ciudad. Así lo explicó a medios nacionales el coronel Javier Navarro, comandante de la Policía en el Valle.
El joven de 29 años era el encargado de fabricar, poseer y distribuir drogas sintéticas como éxtasis, 2CB y MDMA. Eso lo logró utilizando su condición de influencer y supuesto experto en fitness, pues con algunos de sus seguidores pudo impulsar el negocio ilícito. De acuerdo con el coronel Navarro, Kuang Li usaba las redes sociales y los gimnasios donde trabajaba asesorando a personas para llevar los estupefacientes a domicilio.
“Estas drogas sintéticas tienen un alto costo; estamos hablando de 80.000 y 100.000 pesos (entre 24 y 31 dólares) por pastilla que, dependiendo de la calidad de la misma, le generaba una ganancia, según la investigación, de hasta 20 millones de pesos semanales (USD6.168,9). Estamos hablando que mensualmente podía hacer un recaudo de 80 millones de pesos (USD24.675)”, aseguró Navarro, cita la revista Semana.
Durante el operativo se realizó en tres allanamientos en el barrio Santa Rita, de Palmira, en los que las autoridades incautaron marihuana lista para distribuir en dosis, 74 pastillas de éxtasis, 86 pastillas de 2CB, 2 pastillas MSMA, 5 picadoras, 1 horno microondas y una nevera portátil. Y se llevó a cabo gracias a la información de una fuente humana.
Esta persona aseguró a la Policía, que luego pudo comprobar la información, que Kuang Li era el principal distribuidor de droga sintética a domicilio en la ciudad, modalidad de distribución que había camuflado con el asesoramiento fitness, ya que por ese mismo trabajo iba hasta la residencia de sus compradores sin levantar sospecha.
Pero, además, las autoridades determinaron que frecuentaba barrios exclusivos de la ciudad y fiestas nocturnas en grandes fincas a las afueras del municipio, donde él proveía las sustancias psicoactivas. De hecho, cuando fue capturado el hombre tenía en su posesión marihuana, pastillas de éxtasis y 2TCB. En total le fueron incautados 126 dosis de alucinógenos.
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