La selección Colombia sacó adelante un partido complicado contra Uruguay y consiguió el triunfo por 1-0 en el Bank of America de Charlotte, para clasificar a la final de la Copa América por primera vez desde 2001, ahora enfrentándose a la Argentina en Miami.
Sin embargo, se prendieron las alarmas por Richard Ríos, volante que sufrió una lesión en el segundo tiempo y debió ser sacado en camilla, sumado a que fue en una falta que el juez central no vio y decidió darle continuidad a las acciones, hasta que el cafetero no pudo levantarse.
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Por el momento, el único lesionado en Colombia era Jhon Lucumí, además de que Daniel Muñoz no podrá jugar la final por la expulsión debido a un codazo contra Matías Ugarte en el primer tiempo, que también causa preocupación para el duelo del 14 de julio.
Así fue la lesión
Corría el minuto 54 del compromiso entre la selección Colombia y Uruguay, que estaba perdiendo por la mínima diferencia por el tanto de Jefferson Lerma en el primer tiempo, tras un centro de James Rodríguez y el cabezazo del volante para abrir el marcador.
En ese momento, Richard Ríos fue por un balón, Maximiliano Araujo y Darwin Núñez fueron a cerrarlo, el primero le dio una patada por detrás al mediocampista y lo dejó en el suelo, algo que el árbitro mexicano César Ramos no vio la acción como una falta
Al cabo de unos minutos, el árbitro paró el encuentro para que atendieran al volante, James protestó por la acción y recibió la tarjeta amarilla, poco después volvió a caer al piso por el golpe y debió ser retirado, con muestras de dolor y preocupación.
Por el momento, desde la Federación Colombiana de Fútbol no han informado la gravedad de la molestia en Richard Ríos, que es fundamental para el técnico Néstor Lorenzo y, por el momento, su reemplazo en la final sería Kevin Castaño, que cumple con las mismas funciones.
Rumbo a la final
Colombia se aseguró un lugar en la final de la Copa América 2024 al vencer a Uruguay en el Bank of America Stadium de Charlotte. El encuentro, seguido por más de 70,000 espectadores, marcó la tercera semifinal histórica entre ambos equipos en el torneo.
Los primeros movimientos importantes del partido ocurrieron en los minutos iniciales. A los 14′, Díaz escapó por la banda izquierda y envió un centro que encontró a Daniel Muñoz, cuyo cabezazo fue desviado. Uruguay respondió tres minutos después con un pase filtrado de Valverde a Darwin Núñez, que a pesar de ser marcado, remató desviado.
La Garra Charrúa explotó ciertas debilidades en el mediocampo colombiano, en especial por el sector izquierdo. Núñez tuvo varias oportunidades claras, pero sus remates continuaron sin encontrar portería. Mientras tanto, el juego físico se intensificó y resultó en amonestaciones para De La Cruz y Daniel Araujo.
El primer gol del partido llegó a través de una pelota quieta en los últimos minutos del primer tiempo. James Rodríguez cobró un tiro libre que Jefferson Lerma cabeceó acertadamente al fondo de la red, dando la ventaja a los dirigidos por Néstor Lorenzo.
Antes del descanso, un incidente con Daniel Muñoz y Manuel Ugarte llevó a la intervención del VAR y la expulsión de Muñoz por doble amonestación. Esto obligó a Colombia a reorganizar su esquema para la segunda mitad, sacrificando a Jhon Arias por Santiago Arias para reforzar su defensa con diez jugadores en el campo.
El segundo tiempo continuó con alta intensidad. Luis Suárez entró al campo y casi iguala el marcador al minuto 71 con un tiro que pegó en el vertical izquierdo. Colombia, buscando asegurar la victoria, introdujo a Yerry Mina para establecer una línea defensiva de cinco jugadores.
En los minutos finales, Colombia tuvo una oportunidad clara para consolidar su victoria. Matheus Uribe, asistido por Kevin Castaño, remató desviado cuando Sergio Rochet dejó la portería expuesta. Pese a las chances finales, la defensa colombiana se mantuvo firme, y César Ramos, el árbitro del encuentro, pitó el final a los 97 minutos.