Tenía tres orificios de bala en el tórax, uno en la cara y otros tres en el costado de la espalda. Eso determinó el informe de la autopsia del cuerpo del comisario Hernán David Martin, ex jefe del gabinete de Drogas de la DDI Avellaneda-Lanús que murió baleado en el tiroteo con policías de la Federal.
Ahora los investigadores esperan el resultado del resto de las pericias para conocer la trayectoria de esos disparos, de qué arma salieron y cuáles fueron los orificios de entrada y de salida.
Lo cierto es que, entre los siete disparos que tenía el cuerpo de Martin, los cinco tiros que recibió el cabo 1° de la Federal Claudio De Carlo, que sigue internado en estado crítico en el hospital Churruca, y los dos balazos que pegaron en las piernas del sargento Sergio Arán, en la escena del crimen hubo, de mínima, 14 disparos.
Determinar quién disparó será parte de la tarea poco sencilla que tendrán los peritos de Gendarmería que también deberán explicar cómo fue la dinámica del enfrentamiento junto al Toyota Etios blanco que manejaba Martin y con el que pretendía huir. Sin esos resultados, no hay certezas de cómo sucedieron las cosas en el cruce del Acceso Sudeste y Madariaga.
El tiroteo del 29 de marzo terminó con un comisario de la Bonaerense muerto y dos policías de la Federal heridos, uno de gravedad. Tras el escándalo, la DDI de Avellaneda-Lanús quedó descabezada y 11 agentes están siendo investigados. De esos 11, cinco están detenidos y el titular de la dependencia se mantiene prófugo: se trata del comisario mayor José Hernández.
A metros de donde ocurrió el tiroteo entre policías, en la estación de servicio Shell que está pegada al Parque Shopping Avellaneda, y minutos antes del desenlace fatal, el capitán Esteban Franicevich se encontraba con una mujer que esa misma tarde lo había denuncia por extorsión.
Ante la Justicia, la mujer detalló que la habían secuestrado el día anterior en un coche, la habían subido en la parte de atrás y la habían llevado hasta su casa. Tras pedirle 30 mil pesos al marido, oriundo de República Dominicana, la liberaron pero debían pagar al día siguiente 170 mil pesos más para no armarles una causa narco. Como garantía, los secuestradores -que habrían sido seis- se llevaron los documentos del dominicano.
El comisario David Hernán Martin.
La fiscal Soledad Garibaldi ordenó el pago controlado de la extorsión, que se cerró por chat, y convocó a la policía Federal para que monitoreara esa entrega. Cuando el capitán Franicevich recibió el dinero, y mientras esperaba que el comisario Martin lo levantara en el Toyota Etios blanco de la DDI donde trabajaban, el cabo 1° De Carlos y el sargento Arán lo interceptaron para detenerlo.
Al ver esto, Martin intentó atropellar a los agentes de la Federal, que respondieron a los tiros y comenzaron a correr el coche que escapaba del lugar. Unos metros más adelante, el Toyota quedó frenado en plena calle. Hasta allí llegaron Arán, primero y por la parte de atrás del coche, y De Carlo después, que se acercó bordeando la trompa hasta la puerta del conductor.
Lo que siguió fue una ráfaga de tiros a la que sólo le podrá poner lógica la Gendarmería con sus pericias.
LM