“Prometo seguir lo que me apasiona y generar inquietudes. Prometo enamorarme de las imperfecciones al igual que me enamoro de las mías. Prometo verme hermosa y aceptar mi sexualidad”. Así se juró amor eterno a sí misma Sasha Cagen en el jardín japonés de Buenos Aires.
Lejos de las tradiciones matrimoniales, la idea de “casarse con uno mismo” puede parecer muy extraña. Sin embargo, el movimiento sológamo ya llegó a la Argentina. Se ha vuelto muy popular en los Estados Unidos y Gran Bretaña, y en Argentina tiene su primer caso con Sasha Cagen como la primera “novia sin pareja”.
Sasha nació en Rhode Island, Estados Unidos, tiene dos hermanos y es coach ontológica. Fascinada por el tango, en 2014 viajó a Buenos Aires, para sumergirse en el mundo del 2×4. Allí descubrió una conexión entre esta danza y las relaciones humanas que trasformó en un proyecto laboral, a través de un taller ontológico de tango que hoy dicta en San Francisco, Estados Unidos, y en la capital porteña.
Autora de Quirkyalone: A Manifesto for Uncompromising Romantics (traducción: Quirkyalone -alguien que disfruta de ser soltero-(o pasar el tiempo solo): Un manifiesto para románticos), el libro donde desarrolló la historia de dos mujeres que se auto-casaron (self marriage) en San Francisco, ese trabajo le permitió acercarse a esta especial tendencia amorosa.
“Me llamó la atención la decisión de estas mujeres que entrevisté para mi libro. Al principio me causaba cierto rechazo y pensaba ‘esto no es para mí'”, contó a Infobae Sasha. Pero al cumplir 40 años, si bien estaba feliz y no le preocupaba no haber encontrado la persona “ideal” para casarse aunque estaba en pareja, Sasha decidió que le había llegado el momento de idear su propia boda.
Con algunas similitudes al ritual convencional, la sologamia invita a” una decisión de vida importante, con testigos, alianza, votos, torta , fiesta y, claro, luna de miel”, aseguró Sasha.
Sin vestido blanco, ni velo y menos ramo, en un día soleado de otoño, el 15 de junio de 2014, acompañada por dos amigas, ella se autocasó en Buenos Aires como un acto de “autovaloración y aceptación”. Desde ese día lleva una alianza en su mano izquierda, regalo de su amiga y testigo colombiana, que también se casó consigo misma.
“El día que me juré amor eterno, fue una especie de conexión única conmigo misma. A partir de este paso viví la relación amorosa mas importante de mi vida”, afirmó.
¿Y qué dijo su familia? “Incomprensión total. No comparto mi historia con mucha gente porque básicamente no lo entienden, mi mamá siempre me apoyó mucho pero cuando se lo comenté se rió”, confesó la escritora de Rhode Island.
Así como Sasha lo hizo en Buenos Aires, el fenómeno se replica en los Estados Unidos, Canada, Japón, Italia y Gran Bretaña. Hubo una italiana en 2015 que hasta se hizo un vestido blanco con cristales de Swaroski y torta de tres pisos, para autocasarse luego de una enorme desilusión amorosa.
La ficción, obviamente, no quedó ajena a esta especial tendencia: en Glee, el personaje de Sue Sylvester -interpretado por la actriz Jane Lynch- decide casarse con ella misma vestida de azul, con un ramo de rosas y música nupcial de fondo.
Este fenómeno tiene cada vez mayor cantidad de adeptos. Tan es así que existen servicios que facilitan el ritual de la sologamia. La empresa “I will Marry Me” provee de escenografía, alianzas, votos y hasta un falso sacerdote. El creador de la compañía le aseguró a la BBC que ya se contactaron más de 2.500 personas, en su mayoría mujeres, para autocasarse con fiesta incluida. Obviamente, estas ceremonias todavía no son legales en ningún país del mundo.
“Autocasarse no es rechazar la vida en pareja. Al contrario, pueden convivir perfectamente. De hecho, mi novio se encontraba en California cuando decidí dar este paso. Es una manera de profundizar el compromiso con uno mismo, pasa por la autovalorización”, detalló Sasha, quien a diario hace un esfuerzo para que los demás no se asombren frente a su proyecto de vida que rompe con los estereotipos tradicionales de las relaciones.
Su mensaje es claro y desde su rol de coach ontológica trabaja con distintas personas para que puedan lograrlo.“Cuando tenés amor propio también tenés más amor para dar. Creo en las relaciones amorosas, saludables y profundas”, sostuvo.
“Podés estar casado e igual autocasarte, ya que una decisión no anula la otra”, informó. En su rol de coach e instructora de tango, Sasha aborda siempre el tema de la autovalorazión.”Estar bien con uno mismo para poder estar bien con los demás”.
“El tango es una danza reveladora, funciona como espejo”, explicó Sasha. “El movimiento corporal devela conexiones y conductas hacia la vida de a dos. Es una proceso que implica emociones de empoderamiento, por eso es aplicable al amor en pareja, eso es lo que trato de fomentar en las clases”.
Convencida de su decisión de vida, enfatiza este concepto de self wedding: “Hace 5 años que estoy casada conmigo misma y no pienso nunca divorciarme”.
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