El 11 de julio de 1934 en la ciudad de Piacenza, en Italia, nació Giorgio Armani, un hombre de actitud enérgica y avasallante que casi sin querer se convertiría en una leyenda viviente de la industria de la moda mundial. Primero lanzó su imperio de negocios a mediados de la década de 1970, y sustancialmente creció con el paso de los años.
Desde el lanzamiento de la firma que lleva su nombre en 1975, ha supervisado el crecimiento de su marca, desde una exclusiva línea de ropa masculina hasta un imperio de la moda de lujo que incluye las líneas de Giorgio Armani Privé y Emporio Armani, junto con colecciones de accesorios, calzados, cosméticos y decoración para el hogar.
No es un sastre. No sabe hacer un pantalón con sus propias manos, pero sabe perfectamente qué aspecto quiere que este tenga para conseguir que responda al estilo Armani. “Nunca estoy satisfecho. De hecho, como alguien que siempre está insatisfecho y obsesionado en su búsqueda de la perfección, nunca me rindo hasta lograr los resultados que deseo”, aseguró en una entrevista con la revista Forbes.
Asistió a la escuela en su ciudad natal y pasó dos años en la universidad de medicina. No se interesó por el mundo de la moda hasta 1957, cuando luego de abandonar la Universidad de Piacenza para cumplir con su servicio militar, aceptó un trabajo como comerciante en los grandes almacenes La Rinascente. Desde entonces, Armani trabajó como diseñador de moda para el empresario y estilista italiano Nino Cerruti, y luego como diseñador independiente para varias compañías, lo que dio como resultado una evolución excepcionalmente rica y variada de su estilo.
A finales de los años 60, Armani conoció a Sergio Galeotti, quien alentó al joven creativo a comenzar su propia oficina de diseño en Milán en 1973. El dúo formó Giorgio Armani SpA y en 1975 presentó una colección inaugural de moda masculina y femenina. Rápidamente el diseñador atrajo la atención de la industria, en particular por sus chaquetas de traje deconstruidas, y para 1976 estaba en Barneys New York, con una licencia de fragancia firmada en 1980 y líneas de difusión asequibles lanzadas en 1981.
Su negocio aumentó después de que se le pidió que diseñara el vestuario del actor Richard Gere para la exitosa película de 1980 American Gigolo.
Desde entonces, se ha expandido a accesorios, perfumes, maquillaje y ropa deportiva, además de diseño de interiores, bienes raíces, restaurantes y hoteles.
A pesar de la muerte de su socio en 1985, Armani continuó expandiendo el negocio en los años 80 y 90, introduciendo nuevas marcas, entre ellas Emporio Armani. Hoy es reconocido por su enfoque andrógino a la moda. “Fui el primero en suavizar la imagen de los hombres y endurecer la imagen de las mujeres”, dijo una vez el magnate sobre su marca.
“Vestí a los hombres con telas de mujeres y les robé a los hombres lo que las mujeres querían y necesitaban: el ‘power dressing'”, aseguró. “Cuando una vez se me pidió que definiera lo que para mí era el estilo -sostuvo Armani-, dije que el instinto era un componente esencial. Comenzaría atribuyéndoselo al hecho de que, quizás debido a la experiencia de mi familia, que teníamos muy poco, siempre he apreciado la capacidad de hacer más con menos. Me gusta todo lo que es simple. Mi proceso creativo es una reinvención continua de esta idea básica”.
En 2005 lanzó Armani Hotels & Resorts, la cadena que opera hoteles de lujo en Dubai y Milán. En 2016, el resort de Dubai fue nombrada “el hotel más lujoso del mundo”. Las habilidades de Armani se extienden al diseño de autos deportivos también. En 2003, colaboró con Mercedes-Benz para diseñar un auto deportivo elegante, el Mercedes-Benz CLK, del que solo se vendieron 100 unidades.
El 24 de octubre de 2003 Armani vivió uno de los momentos más especiales de su carrera: Michael Bloomberg, el exalcalde de la ciudad de Nueva York, decidió que se declarara el 24 de octubre como el “Giorgio Armani Day”, con el objetivo de reconocer la larga relación del diseñador con la ciudad, sobre todo, por el aporte de fondos para escuelas públicas y de ingresos económicos debido a su influencia en el panorama general de la moda.
Este año, Forbes estimó que el patrimonio neto del diseñador era de más de USD 9,6 mil millones. Con más de cuatro décadas en la industria, Armani ha recorrido un largo camino experimentado solo por algunos pocos. A menudo se lo compara con grandes de la moda como Coco Chanel e Yves Saint Laurent. Sin embargo, Armani es uno de los pocos que pudo convertir su negocio en, literalmente, un imperio.
SEGUÍ LEYENDO:
Jean Paul Gaultier: “Un traje puede dar mensajes, se puede ser mentiroso o se puede ser honesto”
